Movimiento Juan
XXII Misión Humacao
realiza retiro de
Misión Comunitaria
"Jesús nos
llama: vamos a su encuentro"
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Don Florencio en uno de los temas dirigidos a los miembros del Movimiento Juan XXIII. (Fotoperiodista, José Velázquez) |
Humacao. El
pasado sábado, 13 de septiembre de 2014, llevo a cabo el retiro, "Jesús
nos llama: Vamos a su encuentro", por el Movimiento de Juan XXIII de la
Misión de Humacao. La actividad acogió a 95 miembros del movimiento que
reunieron en las facilidades del salón San Juan Pablo II de la Concatedral
Dulce Nombre de Jesús en Humacao. El retiro comenzó en horas de mañana con
oraciones y canticos por el P. Víctor Santiago Mateo S.T., Rector de la
Concatedral, quien animó a los presentes en durante el comienzo de la jornada de
talleres de retiro.
El retiro fue dirigido para crear conciencia
comunitaria y misionera. Este aspecto que es vital y necesario en los
movimientos, va enfocado en adentrarse en la comunidad identificando
necesidades como parte de la misión de evangelización en la calle. Los temas presentados en la jornada son: "Como hacemos Comunidad Misionera, El
llamado hacer discípulos y misioneros a través del llamado de María, Mi
compromiso como cristiano y por último La Piedad, entrega y amor al que
sufre". Siguiendo el llamado
que ha venido promulgando su Santidad Papa Francisco, "una Iglesia en
salida, en la calle evangelizando y pregonando a un Cristo Vivo", y que a su vez, el Pastor y Guía de la
Diócesis de El Yunque, S.E.R. Mons. Eusebio Ramos Morales, Obispo, ha estado
pidiendo como "Pastor con olor de oveja", que los movimientos
pastorales y agentes de pastoral se adentren en sus comunidades a realizar esta
labor misionera - comunitaria.
Estos dos elementos, el discipulado y la misión son la
base del Plan Diocesano de Pastoral de la Diócesis de Fajardo Humacao. En otras palabras, es convertir a la Iglesia
en una comunidad más misionera. Con este
fin se fomenta la conversión pastoral y la renovación misionera que tiene como
objetivo llegar el mensaje a los niños, los jóvenes, los matrimonios, la
familia y nuestros envejecientes (cariñosamente nuestros viejitos).
Conociendo la realidad social que se vive en muchos de
los barrios y comunidades de la zona de Misión Humacao, es que se realiza estos
talleres de reflexión con el propósito de conocer su función, el llamado y la
misión del discípulo misionero que se da, desde y hacia la comunidad. Con esta nueva etapa, el Movimiento XXIII va
enfocando la acción misionera como describe el Documento de Aparecida Nº 15,
fortaleciendo sus bases, la misión de los discípulos misioneros al servicio de
la vida plena, como Cristo nos lo comunica "Yo soy el Camino, la Verdad y
la Vida".
Para el matrimonio compuesto por José Vélez y Karla I.
Echevarría expresaron: "estos talleres sirven para fortalecer el trabajo
que se tiene que realizar en la calle como iglesia, buscar y servir, a personas que vienen con un
vacio y que muchas veces lo que buscan es quien les acompañen y le escuchen. Tener la motivación y voluntad de aceptar los
desafíos y retos que existen en la comunidad, procurar tener una conciencia
madura y con sentido de sensibilidad humana, para brindar la ayuda, es decir: identificándose
con el Cristo que sufre a nuestro lado, y desde esa realidad hacer la misión
discipular", sostuvieron.
La Sra. Daisy López Martínez, quien es Motivadora
Profesional, presentó el tema; El
llamado del Discípulo Misionero, desde
la perspectiva de la Virgen María, como la discípula perfecta del Maestro. "Este tema va dirigido a como el
discípulo misionero, se identifica con la persona, la familia, el vecino, la
comunidad y consigo mismo. Es llevar con mi ejemplo de vida para llevar a otros
a encontrar el camino de Jesús. Esta acción fue exactamente lo que realizó
María, cuando le dijo aquellos hombres en la Boda de Cana, "hagan lo él,
les diga"; y que mejor ejemplo de la discípula, que supo escuchar y actuar
en el tiempo de Dios. El mensaje de
María debe calar en nosotros, porque supo dar un sí, sin miedo, que pudo
cambiar al mundo con su entrega, sencillez y humildad y así debe ser un
verdadero discípulo", expresó.
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Jóvenes realizando labores de limpieza. Foto suministrada |
El joven Manuel F. Meléndez Vázquez, indicó que el
mayor desafío y reto que tiene cada miembro, es adentrarse a la realidad social
que vive nuestra comunidades sumergidas en una cultura de violencia y muerte. "Desde ahí, es que comienza mi
presentación, yo como cristiano misionero no puedo tener miedo, tengo que
aprender a luchar y llegar al que está alejado del Señor, asistirle y acompañarle
como Jesús lo hizo. Nosotros tenemos que asumir este compromiso en la Iglesia, ir
en busca de esa oveja perdida o extraviada. Necesitamos crear esa conciencia
discipular, salir y buscar; no es entrar para quedarnos adentro, entonces de
que me sirve servir, sino hago lo que Dios espera de mi", destacó.
Estos talleres vienen acompañados de una serie de
actividades y proyectos que la Diócesis viene impulsando hace varios meses y la
Concatedral Dulce Nombre de Jesús no se queda atrás. Como parte de esta iniciativa la Pastoral
Juvenil de la Concatedral que a su vez celebraban la semana de la juventud,
realizaron la actividad comunitaria-misionera, denominada "Mi misión es
servir", y como parte de este proyecto el Movimiento Juan XXIII, el Grupo
de Vicentinos y otros Agentes de Pastoral se unieron para apoyar y fortalecer
esta iniciativa juvenil. Está trabajo misionero
contó con el apoyo del P. Víctor, fue gracias a los jóvenes que se dieron a la
tarea de ayudar a este hermano que vivía en condiciones infrahumanas,
lográndose restaurar y limpiar su casa ubicada en el Sector La Maricutana del
Bo. Caserío Roig en Humacao.
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