domingo, 14 de septiembre de 2014

Movimiento Juan XXII Misión Humacao
realiza retiro de Misión Comunitaria

 

"Jesús nos llama: vamos a su encuentro"

 
 
Don Florencio en uno de los temas dirigidos a los miembros del Movimiento Juan XXIII. (Fotoperiodista, José Velázquez)
 
 
 
Por: José Velázquez
Para la Concatedral Dulce Nombre de Jesús 
 
Humacao.  El pasado sábado, 13 de septiembre de 2014, llevo a cabo el retiro, "Jesús nos llama: Vamos a su encuentro", por el Movimiento de Juan XXIII de la Misión de Humacao. La actividad acogió a 95 miembros del movimiento que reunieron en las facilidades del salón San Juan Pablo II de la Concatedral Dulce Nombre de Jesús en Humacao.    El retiro comenzó en horas de mañana con oraciones y canticos por el P. Víctor Santiago Mateo S.T., Rector de la Concatedral, quien animó a los presentes en durante el comienzo de la jornada de talleres de retiro.

El retiro fue dirigido para crear conciencia comunitaria y misionera. Este aspecto que es vital y necesario en los movimientos, va enfocado en adentrarse en la comunidad identificando necesidades como parte de la misión de evangelización en la calle.  Los temas presentados en la jornada son: "Como hacemos Comunidad Misionera, El llamado hacer discípulos y misioneros a través del llamado de María, Mi compromiso como cristiano y por último La Piedad, entrega y amor al que sufre".  Siguiendo el llamado que ha venido promulgando su Santidad Papa Francisco, "una Iglesia en salida, en la calle evangelizando y pregonando a un Cristo Vivo",  y que a su vez, el Pastor y Guía de la Diócesis de El Yunque, S.E.R. Mons. Eusebio Ramos Morales, Obispo, ha estado pidiendo como "Pastor con olor de oveja", que los movimientos pastorales y agentes de pastoral se adentren en sus comunidades a realizar esta labor misionera - comunitaria. 

Estos dos elementos, el discipulado y la misión son la base del Plan Diocesano de Pastoral de la Diócesis de Fajardo Humacao.  En otras palabras, es convertir a la Iglesia en una comunidad más misionera.  Con este fin se fomenta la conversión pastoral y la renovación misionera que tiene como objetivo llegar el mensaje a los niños, los jóvenes, los matrimonios, la familia y nuestros envejecientes (cariñosamente nuestros viejitos). 

Conociendo la realidad social que se vive en muchos de los barrios y comunidades de la zona de Misión Humacao, es que se realiza estos talleres de reflexión con el propósito de conocer su función, el llamado y la misión del discípulo misionero que se da, desde y hacia la comunidad.  Con esta nueva etapa, el Movimiento XXIII va enfocando la acción misionera como describe el Documento de Aparecida Nº 15, fortaleciendo sus bases, la misión de los discípulos misioneros al servicio de la vida plena, como Cristo nos lo comunica "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida". 

Para el matrimonio compuesto por José Vélez y Karla I. Echevarría expresaron: "estos talleres sirven para fortalecer el trabajo que se tiene que realizar en la calle como iglesia,  buscar y servir, a personas que vienen con un vacio y que muchas veces lo que buscan es quien les acompañen y le escuchen.  Tener la motivación y voluntad de aceptar los desafíos y retos que existen en la comunidad, procurar tener una conciencia madura y con sentido de sensibilidad humana, para brindar la ayuda, es decir: identificándose con el Cristo que sufre a nuestro lado, y desde esa realidad hacer la misión discipular", sostuvieron.

La Sra. Daisy López Martínez, quien es Motivadora Profesional,  presentó el tema; El llamado del Discípulo Misionero,  desde la perspectiva de la Virgen María, como la discípula perfecta del Maestro.  "Este tema va dirigido a como el discípulo misionero, se identifica con la persona, la familia, el vecino, la comunidad y consigo mismo. Es llevar con mi ejemplo de vida para llevar a otros a encontrar el camino de Jesús. Esta acción fue exactamente lo que realizó María, cuando le dijo aquellos hombres en la Boda de Cana, "hagan lo él, les diga"; y que mejor ejemplo de la discípula, que supo escuchar y actuar en el tiempo de Dios.  El mensaje de María debe calar en nosotros, porque supo dar un sí, sin miedo, que pudo cambiar al mundo con su entrega, sencillez y humildad y así debe ser un verdadero discípulo", expresó.

Jóvenes realizando labores de limpieza. Foto suministrada
El joven Manuel F. Meléndez Vázquez, indicó que el mayor desafío y reto que tiene cada miembro, es adentrarse a la realidad social que vive nuestra comunidades sumergidas en una cultura de violencia y muerte.  "Desde ahí, es que comienza mi presentación, yo como cristiano misionero no puedo tener miedo, tengo que aprender a luchar y llegar al que está alejado del Señor, asistirle y acompañarle como Jesús lo hizo. Nosotros tenemos que asumir este compromiso en la Iglesia, ir en busca de esa oveja perdida o extraviada. Necesitamos crear esa conciencia discipular, salir y buscar; no es entrar para quedarnos adentro, entonces de que me sirve servir, sino hago lo que Dios espera de mi", destacó.

Estos talleres vienen acompañados de una serie de actividades y proyectos que la Diócesis viene impulsando hace varios meses y la Concatedral Dulce Nombre de Jesús no se queda atrás.  Como parte de esta iniciativa la Pastoral Juvenil de la Concatedral que a su vez celebraban la semana de la juventud, realizaron la actividad comunitaria-misionera, denominada "Mi misión es servir", y como parte de este proyecto el Movimiento Juan XXIII, el Grupo de Vicentinos y otros Agentes de Pastoral se unieron para apoyar y fortalecer esta iniciativa juvenil.  Está trabajo misionero contó con el apoyo del P. Víctor, fue gracias a los jóvenes que se dieron a la tarea de ayudar a este hermano que vivía en condiciones infrahumanas, lográndose restaurar y limpiar su casa ubicada en el Sector La Maricutana del Bo. Caserío Roig en Humacao.   

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