martes, 8 de abril de 2014

Camino de Santiago de El Yunque, peregrinación de oración y reflexión


Camino de Santiago de El Yunque,
peregrinación de oración y reflexión


Grupos de peregrinos caminates, junto a Monseñor Eusebio.








Por: José Velázquez
El Visitante, Prensa Católica para la Paz
Diócesis de Fajardo-Humacao



Luego de haber  iniciado el Camino de Santiago de El Yunque,  caminado desde Piñones hasta Luquillo y haciendo realidad el “primer brazo” de esta gesta penitencial, (18 al 22 de marzo), Mons. Eusebio y más de diez caminantes, se lanzaron a recorrer  la  segunda parte o “segundo brazo”:  caminar desde Punta Santiago (Humacao) hasta Luquillo, 24 al 26 de marzo.   Este proyecto de Nueva Evangelización (Iglesia en salida) busca conectar la Diócesis “costera”  con un futuro Santuario de Santiago, en el Barrio Pitahaya de Luquillo.  Por eso, se trata de caminar en dos rutas, dos “brazos”, que se encuentran  en Luquillo. Pues, ya se hizo  realidad, habiéndose completado este segundo brazo el pasado miércoles, 28 de marzo.  

Este segundo “brazo” se inició el lunes, 26 de marzo. Los peregrinos se congregaron para retomar nuevamente su peregrinación en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, Punta Santiago, Humacao, a las 5:30 a.m. Luego de la Oración, ante Jesús Sacramentado,  salieron por la carretera no. 3, en dirección hacia Naguabo. Acompañados de algunos parroquianos, iniciaron su caminar con alegría, ya recuperados de la semana anterior y  llenos de fe y de esperanza. Sorpresa se llevaron al recibir el regalo del sol naciente del Mar Caribe, que, como señal del Verdadero Sol, les iluminaba y alentaba su alegría. Entre alabanzas, el compartir fraterno y fotos memoriables, se llenaban de paz y fortaleza. La ruta se hizo más llevadera en carretera llana, el mar brindándoles su esplendor y su misterio, un tráfico benévole y decenas de choferes, ofreciendóles saludos y gestos solidarios. Siempre, de frente, El Yunque, en invitación de esperanza. En acción de gracias, cantos de júbillo o silencio interior, los peregrinos fueron abandonando la carr. No 3, y acercándose a la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, en Naguabo.

Apenas una hora y media, arribaron a la Parroquia de Naguabo, donde, fueron recibidos por el Padre Edvard Jeudy y un grupo de fieles que les dieron la bienvenida.  Momento que les sirvió para visitar el Santísimo nuevamente, hidratarse, merendar y recoger la firma en  los pasaportes de la fe.  Ya, con el sol radiante y caliente, se encaminaron por la carretera 31, hacia la montaña. Haciéndose más visibles las montañas de Naguabo, los peregrinos avanzaban en actitud de oración contemplativa por la maravillosa creación de Dios, regalo que, a veces,  pasa desapercibido. Cerca de las 11:00 a.m, arribaron a la Capilla Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Barrio Florida, punto final del la etapa del día. Con aplausos y el toque de campanas, Obispo y peregrinos, fueron recibidos por miembros de la Comunidad, los sacerdotes y diáconos. Los caminantes llegaban hasta el Sagrario y de rodillas, daban gracias al Señor por haber completado la Etapa.

Monseñor Eusebio,  se dirigió a los presentes con palabras de aliento y fortaleza. “El Camino de Santiago es camino de penitencia, conversión y de Oración. Caminamos en penitencia y Oración por nuestro País, nuestra gente, nuestra Diócesis de El Yunque, por una sociedad que necesita reconciliación, ante el pecado, la violencia y el egoísmo que nos atrapan. Necesitamos abrir caminos de fe y de esperanza que transformen mentes y corazones,  y nos llenen de la  vida nueva que viene de Jesús". También Padre Edvard y P. Nicolás, brindaron palabras de aliento y fortaleza a los caminantes. Padre Ervard agradeció al Obispo sus iniciativas de Nueva Evangelizacón y el Plan Diocesano Misionero. Luego, de las instrucciones para el próximo día y la merienda,  se cerró la etapa, con la bendición del Obispo.

Al siguidente día, de madrugada y en esta misma Capilla, se reunió el grupo de peregrinos, nuevamente. A las 6:00 a.m., luego de la Oración, salieron por la carrtera 969, desde Florida hacia Maizales (Barrios en las montañas de El Yunque, en Naguabo).  Entre vecinos que se despertaban o salían hacia el trabajo,  ladridos de perros sorprendidos y el sol mañanero levantándose, fueron caminando entre colinas y valles, hasta llegar a la Capilla Nuestra Señora de la Altagracia. Justo, llegaron antes de iniciarse la exposición del Santísimo Sacramento. Se confundieron en Oración y saludos, y abrazos de comunión fraterna, llenos de fe y de esperanza.  La visita fue breve, para permitirles a la Comunidad continuar con la Adoración y la Eucaristía. Siguiendo la carretera 970, se dirigieron hacia el Barrio el Duque. También, allí, fueron recibidos por la Comunidad, donde merendaron y recobraron fuerzas para continuar un largo trecho de 5 millas, a través de la carretera 971. Este recorrido, les llevaría hasta el Barrio Paraíso de Fajardo, luego, de pasar por el barrio Río Abajo, de Ceiba. Ruta panorámica espectacular, llevadera entre valles,  colinas, y el Yunque a la izquierda,  brindando su fortaleza. Ciertamente, arribaron “al Paraíso”, cansados y sedientos, pero, con espíritu alegre. Vecinos de esta Comunidad les recibieron y le ofrecieron agua y meriendas. Terminaron la etapa con la bendición.

Al otro día, cuando se veían los primeros destellos el Sol, los Peregrinos se alistaban para continuar su peregrinaje. Monseñor Eusebio, con "Olor de Oveja" preparaba a los caminantes en oración y reflexión. "Hemos caminados muchas millas. Dios nos ha conducido por caminos inimaginables y desconocidos, hasta ahora.  ¡Cuántas maravillas tiene nuestra tierra, qué riqueza espiritual tiene el Camino de Santiago de El Yunque! Por eso, encomendamos esta última etapa a María,  Madre del Señor,  Nuestra Señorra del  Carmen, que nos conduzca para mantener ese espíritu misionero, que Ella manifestó al visitar a su prima Isabel. Qué Ella nos acompañe y que esta experiencia de El Camino de Santiago de El Yunque,  se convierta, verdaderamente,  en camino de sanación y liberación, a través de su Hijo Jesús". Padre Adrían, de la Catedral Santiago Apóstol, se unió a los peregrinos.  El recorrido atravesó a las montañas que unen los pueblos de Fajardo y de Luquillo, siguiendo los barrios de Paraíso, Naranjo y  Juan Martín adentro,   hasta llegar a Pitahaya,  destino final. 
 
La peregrinación concluyó en los terenos de la  Carpa, donde ubicará el futuro Santuario Santuario Santiago Apóstol, Bo. Pitahaya de Luquillo. Allí un grupo de fieles, acompañados por los Padres, Tony, Luis y Mario, recibieron a los peregrinos,entre aplausos y efusivos saludos. Los peregrinos caminantes iban llegando y se dirigían al altar, con brazos extendidos en acción de gracias. Luego, de descansar y de hidratarse, tuvieron la Eucaristía, para finalizar el Camino de Santiago con la Eucaristía, según lo iniciaron en Piñones, presidida por el Padre Luis Ruíz. Finalizada la Misa, Mons. Eusebio, 
solicitó de algunos caminantes, que conpartieran su experiencia.

Sin esperar mucho y con pies temblorosos, se levantó el Historiador Don Miguel Correa y brindó un testimonio que dejó a muchos compunjidos y admirados. Habló  de las dificultades iniciales y de las tentaciones, para abandonar la experiencia. Pero, la bondad y misericordia de Dios fueron más fuertes, y poco a poco, fue recuperándose hasta llenarse de alegría y experiementar ese amor  misericordioso del Padre,  durante el resto del Camino.  Lo ofreció por sus seres queridos y pidió fuerzas para amarles más y ser más fiel al Señor. La Sra. Nitza Martínez, expresó: "Jamás me imaginé que iba a recorrer tantas millas, caminando aquí en mi Tierra, teniendo una verdadera experienciade fe. Sentía le presencia de Dios en mi interior”. Dio gracias por la gran oportunidad de El Camino de Santiago de El Yunque”. Mons. Eusebio, también, compartió palabras de alegría, al ser parte de esa primera experiencia peregrina en el  Camino de Santiago de El Yunque”. Señaló que “el dolor y la cruz nos edifican y nos hacen fuertes para la misión en la Diócesis de Fajardo-Humacao, Diócesis de El Yunque”, concluyó.  

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