lunes, 4 de febrero de 2013

Germina la fe y la esperanza en la Comunidad Villa Hugo, del Barrio San Isidro de Canóvanas, en el Año de la Fe


Germina la fe y la esperanza  en  la Comunidad Villa Hugo, del Barrio San Isidro  de  Canóvanas,  en el   Año de la Fe





Sin una renuncia genuina al pecado, a las injusticias, al odio, al mal, y  sin  una conversión verdadera de corazón, es imposible convertirnos en verdaderos discípulos misioneros de Jesús y ser  servidores en su  Iglesia”
S.E.R. Mons. Eusebio Ramos Morales, Obispo de la Diócesis de El Yunque.



Por: José A. Velázquez
Para el Visitante, Prensa para la Paz.




El pasado domingo, 20  de enero de 2013, la Comunidad de Villa Hugo en Canóvanas se vistió de fiesta. Hasta allí se trasladó el Obispo de la Diócesis de El Yunque, S.E.R. Mons. Eusebio Ramos Morales, para bendecir y consagrar la Capilla que se levantó en el sector,   bajo el patronato de Nuestra Señora de la Altagracia. Después de varios años de espera, de arduo trabajo y muchos sacrificios,  la Comunidad de Villa Hugo, que está compuesta mayormente por familias de nacionalidad dominicana, tuvieron la dicha de su primera celebración eucarística en su propia capilla.   

Acompañaron al Obispo el Rvdo. P. Jesús Palomares, párroco de la Parr. La Resurrección,  el Diácono Pedro Flores, el Aspirante al Diaconado Dr. Fernando Ferri y las Hermanas de la Orden Religiosa Carmelitas Teresas de San José (Hogar Teresa Toda).  Junto  a ellos,  se congregaron más de doscientos cincuenta feligreses de la Comunidad Parroquial, que se dieron cita para participar de este momento solemne e histórico en la Diócesis de Fajardo-Humacao.    Con un Ministerio de Música,  constituido por gente de la Parroquia  y niños de la misma Comunidad de Villa Hugo, entonaron cánticos, himnos, salmos y alabanzas al Señor en la liturgia de consagración y de acción de gracias.  Acción de gracia por los beneficios y bendiciones que Dios  ha otorgado a esta Comunidad, que,  buscaba levantar su capilla desde mucho antes.  ¡Y el momento esperado, llegó!

Al comenzar la Santa Misa, Monseñor, felicitó a  la Comunidad por  el esfuerzo realizado en  la construcción de la Capilla, que,  se convertía en   un signo de fe  y de esperanza en medio de Villa Hugo.   Desde esta,  se  atendería a  niños, jóvenes, adultos y familias en la formación de la fe.   Además,  agradeció al Equipo Timón, que estuvo a cargo de la construcción,  como a  tantas personas que colaboraron para que este lugar de oración y presencia viva de Jesús Eucaristía se  convirtiera en  realidad palpable.  Estas palabras del Obispo desataron entre los presentes un sonoro aplauso. Niños, jóvenes y adultos no podían ocultar su alegría;  unos llorando mientras otros daban gracias a Dios.   Momento que cobró mayor emoción  al escuchar las palabras de Monseñor Eusebio indicando, que:  “A petición del  Párroco, Padre Jesús, el Consejo Parroquial de Pastoral y los líderes  de la Comunidad, consagramos y dedicamos esta Capilla bajo el Patronato de Nuestra  Señora  de la Altagracia, en honor  a cientos de familias de origen dominicano que residen, aquí en Villa Hugo”.  La aspersión del pueblo y de la estructura con agua bendita iniciaron los ritos de la consagración.

Durante la Homilía, Mons. Eusebio, se dirigió a la Comunidad, reconociendo el contenido memorial del acontecimiento que se celebraba.  “Hoy esta Comunidad de Villa Hugo, cobra vida al ver su sueño cumplido.  Tengamos presente, que no solo consagramos una Capilla; con esta, también se consagra la Comunidad   entera.  Jesús les abraza con su presencia y les muestra su amor y su misericordia.  Su presencia eucarística viene a nosotros para renovarnos y  llenarnos de su luz, de su paz y su alegría.  Dejemos que Él brille, no sólo en el Sagrario, sino también, en nuestros corazones, en nuestros hogares y en medio de la Comunidad de Villa Hugo. Convirtámonos en sus discípulos misioneros y llevemos a los demás,  palabras de vida, de fe y de esperanza”.

Centralizó su predicación entorno al evangelio al expresar: “Siguiendo el Evangelio de hoy, el relato de las Bodas de Caná, vemos a Jesús que realiza su primer signo mesiánico,  a petición de María, su Madre. El poder transformador de Jesús  con el  agua en Caná, anunciaba  ya la Eucaristía: su presencia viva en los signos del pan y el vino, para darnos su cuerpo y su sangre.  Su poder transformador y misericordioso se sigue manifestando hoy.   Jesús convirtió el agua en vino, en Caná de Galilea,  como transformaría pan y vino en su cuerpo y sangre, posteriormente. Entendamos, que, Jesús,  sigue presente, vivo,  y quiere actuar su poder en nosotros, para transformar corazones y relaciones, y hacernos  nuevos:  ¿queremos que Él nos transforme?  Pues, dejémonos transformar.  Este es el Año de la Fe”. 

Mons. Eusebio , continuó indicando, que, este tiempo de Nueva Evangelización requiere de hombres y mujeres transformados  y renovados por Jesús.   “Transformados con su amor, su perdón y su misericordia, nos llenamos de vida.   Este País, la Sociedad, nuestra propia Comunidad, necesita de signos de vida, de discípulos vivos que pregonen por todas partes que Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida.   Pero esto, hay que hacerlo con un testimonio personal y entusiasta, pero también,  comunitario y eclesial. Necesitamos  comunidades vivas, iglesia viva, un pueblo vivo, que trabajen en contra de la violencia,  del odio,  del pecado.  Villa Hugo puede ser y quiere ser esa comunidad viva, y para eso, Jesús, establece su morada  entre ustedes con su presencia sacramental”.

Terminada la Homilía, se inició la  bendición, invocando a los Santos con el Canto de las Letanías, seguida de la consagración del Altar con el Santo Crisma; unción  que se extendió a las columnas de la  Capilla.  Posteriormente, se preparó el incienso,  en  ofrecimiento del buen olor de Cristo,  como signo de ofrenda y adoración de la Iglesia allí reunida.   Culminó la consagración con  el revestimiento del Altar, preparándolo  para la Eucaristía.   

Pero, antes de la Consagración Eucarística, se llevaron a cabo las primeras Confirmaciones en la Nueva Capilla. El P. Jesús Palomares hizo la presentación de siete (7) adolescentes, que, presentados por sus padrinos, recibieron de parte del Obispo el Sacramento de la Confirmación, a través de la imposición de manos  y la unción con el Santo Crisma.  Llamó la atención el jovencito, Jesús M. Domínguez Rojas,  que, en diálogo con  el Obispo y  antes de ser ungido, proclamó con voz firme: “me confirmo para servir a la Iglesia y a esta Comunidad”.  Arrancó los aplausos de todos.

Luego, los Jóvenes confirmados, procedieron a llevarle a la imagen pintada de Nuestra Señora de la Altagracia un arreglo floral.  Este momento  fue  aprovechado por el Obispo para bendecir la Imagen, asperjando el cuadro con agua bendita. Señalando; “María, hoy como ayer,  nos invita a escuchar a Jesús y a hacer lo que Él nos dice, como en las Bodas de Caná.   Ella es la  discípula más perfecta del Señor y la  gran misionera, como nos recuerda Aparecida. Que al contemplar este  cuadro de Nuestra Señora de la Altagracia,  recordemos que este lugar esta  dedicado y consagrado al culto del Señor.  Ella, Madre de Jesús y madre  nuestra, nos llama a vivir la fe, llenos de pasión y de alegría, en espíritu de Nueva Evangelización.  Irradiemos esa fe desde esta Capilla, de la mano de María Virgen, la  Gran Evangelizadora por todas las calles y sectores de Villa Hugo”, puntualizó.

La Misa continuó como de costumbre, consagrándose,  por primera  vez,  en el nuevo  Altar el Cuerpo y la Sangre de Cristo. La participación de la gente, noble y sencilla, era verdadero testimonio de fe y de esperanza.

Al finalizar la Celebración Eucarística, Monseñor Eusebio, agradeció a la Familia Domínguez Rojas, por haber permitido y acogido  a  la Comunidad en su casa mientras se construía la Capilla. De igual manera, el Sr. Gerardo Soriano, junto al Comité Pro-Construcción, agradecieron al Obispo, por toda la confianza puesta en ellos y en la Comunidad.  También aprovecharon para agradecer a P. Palomares, su entrega y dedicación, apoyando al equipo parroquial comunitario en la recaudación de fondos, acompañándoles en todo momento y en la  preparación de la Liturgia de Consagración y la bendición de la Nueva Capilla.   

¡Felicidades Villa Hugo y adelante Diócesis de El Yunque! ¡En hora buena!

No hay comentarios:

Publicar un comentario