Celebración
por la Fe y por la Vida
en la
Diócesis de El Yunque
Jóvenes de la Pastoral Juvenil, junto a Mons. Eusebio Ramos Morales, Obispo de la Diócesis de El Yunque. |
Por: José Velázquez
Oficina de Comunicaciones - DFH
El Visitante, Prensa para la Paz
El pasado
viernes, 1 de febrero de 2013, se llevó a cabo la celebración diocesana por la Fe y por la Vida, en la plazoleta de la Catedral Santiago
Apóstol, de Fajardo. Allí, el Obispo y
Pastor de la Diócesis del El Yunque, S.E.R. Mons. Eusebio Ramos Morales, junto
a presbíteros diáconos, religiosos y
fieles del Pueblo de Dios, realizaron este encuentro eucarístico, presentando al Oriente y a todo Puerto Rico a la misericordia de
Dios y orando por la paz.
Se destacó en
este encuentro de fe y de oración la participación de un grupo de jóvenes, que, se dieron cita para
recibir de manos del Obispo el envió misionero, previo a su participación en una
Convivencia Misionera en la Comunidad de Bartolo de Río Grande. La
Celebración en la plazoleta estuvo
enmarcada por la alegría y el gozo del
Pueblo de Dios, que disfrutaba con la
participación del ministerio de música
de la Parroquia Santísimo Redentor de Monte
Brisas, en Fajardo.
Al iniciar la
Santa Misa, Monseñor Eusebio, se dirigió a los feligreses invitándoles a entrar
en verdadero espíritu de oración en el Año
de la Fe y de la Nueva Evangelización. “La realidad del País nos reclama oraciones y súplicas, en la fe y la
esperanza, para que la cultura de la muerte
no se arraigue en este Pueblo. Hay que orar y pedir, llenos de fe y de
esperanza, con la fuerza del amor y la
paz que vienen de Cristo Jesús, para que
podamos transformar y liberar corazones, y erradicar
la violencia y el odio de nuestras
calles”. Añadió: “Esto exige, queridos hermanos y hermanas,
abrazar al Señor con fuerza, abrazarlo con pasión y con alegría y entusiasmo,
para que, siendo sus discípulos misioneros, irradiemos la luz del Evangelio, luz de la
Buena Nueva, a cada rincón de la
Diócesis”.
Acto seguido,
Monseñor Eusebio, en la fiesta de la Presentación del Señor, elevó una oración
al Padre Celestial pidiendo la acción de su amor misericordioso en toda la Diócesis
de El Yunque, para que esta Iglesia Local se convierta en lugar de fe, de esperanza, de vida y de paz
para todos. De igual manera, presentó a
todas las Comunidades Parroquiales, y en ellas, a los niños, los jóvenes, las familias y las personas ancianas, para que experimenten la fuerza del amor sanador
y dador de vida de Dios”.
En su homilía,
el Obispo, comentó sobre la gran convocatoria que realiza la Iglesia Católica en torno al Año de la Fe
y la Nueva Evangelización. “En el Año de
la Fe y ante la convocatoria de la Nueva Evangelización, no podemos quedarnos indiferentes,
ciegos y ensimismados en nuestras propias miserias, egoísmos y tinieblas. Es tiempo de salir de la oscuridad a la luz, del
odio a la paz, del individualismo esclavizante al amor comunitario y fraterno,
de la fe estéril al testimonio entusiasta y evangelizador”, comentó.
Al dirigirse a
los jóvenes, les indicó: “Ustedes, jóvenes,
escuchan, una vez más, esta llamada
a dar testimonio de fe y de pertenencia
eclesial. Hoy, en nombre de esta
Diócesis, reciben la Cruz de Cristo y les enviamos a misionar, y llevar esta
Cruz, especialmente, a sus coetáneos, compañeros, amigos y familiares jóvenes.
Esta Cruz es para caminar, llevándola a cada una de nuestras Comunidades Parroquiales. Es para decirles a sus hermanos: ‘miren al Árbol de
la Cruz, donde estuvo clavada la salvación del mundo, vengan a adorarla y
acogerla en sus corazones, cuando se les
llama a la conversión en esta parte del Oriente de Puerto Rico”.
Al resaltar la urgencia
de la llamada del Año de la Fe y de la
Nueva Evangelización, convocados por su Santidad Benedicto XVI, Monseñor
Eusebio destacó, que, el Año de Fe es tiempo de gracia, tiempo para revisar estos cinco años de la Diócesis de
Fajardo-Humacao y reafirmarnos como discípulos misioneros de Jesucristo, Señor
de la Vida. “Estamos viviendo un kairos, tiempo de la manifestación y salvación divina, para renacer como hijos de
Dios y hermanos unos de otros; llenos de fe y esperanza y comprometidos con la verdad y la justicia
como discípulos misioneros”, subrayó.
Monseñor
continuó con su catequesis, proclamando con ímpetu las mismas palabras de Papa Benedicto XVI: “Vamos a entrar por la puerta de
la fe, que nos introduce en la vida de comunión con Dios, y permite la entrada
a su Iglesia”, Porta Fidei Núm. I. Dirigiéndose al Pueblo, les
dijo: ¡La puerta está abierta!, y se nos llama a entrar por ella, con espíritu de conversión y de reconciliación,
de comunión y solidaridad fraterna.
Esto, que, estamos haciendo aquí, es para que se inicie
en cada una de nuestras comunidades parroquiales, barrios, sectores y residenciales; en cada una de las pastorales, movimientos y
ministerios de las comunidades, con una oración intensa que nos lleve al
encuentro con Jesucristo Sacramentado.
Les invito a realizar caminatas, actividades de formación, ayunos y
penitencias, pero, sobretodo, vamos a
dar un testimonio entusiasta y acogedor”,
sostuvo.
Al concluir su
mensaje, Monseñor Eusebio, les enfatizó:
“Durante todo este año nos estaremos
encontrando con distintos grupos para
exhortarle en la fe, para testificarle
la fe y buscar que caminemos juntos remando
mar adentro. Por tanto, estas
actividades buscan motivarles y enviarles a todos por parroquias y comunidades, a vivir y hacer realidad el Año de la Fe. Que no se
quede en un mero ‘slogan’, sino que, se
convierta en una experiencia misionera, llena de fe y de esperanza, para la
vida”.
Luego, de
finalizar su predicación, Monseñor Eusebio, invitó a los jóvenes a pasar al frente de
las escalinatas, y mientras el resto de la feligresía portaban
velas en sus manos, ellos iban encendiéndolas como signo de la Luz de
Cristo, para vivir el Año de la Fe y hacer realidad la Nueva Evangelización. El Obispo les dijo: “Hoy se encienden estas velas, en señal de compromiso con
Cristo, Luz del Mundo, para erradicar
las tinieblas, el odio, la violencia y el
pecado de nuestra sociedad. Adelante, Juventud
Diocesana, dispuesta y capaz de asumir el gran reto de evangelizar con fe y en oración para la vida”. El Obispo, agradeció a los Jóvenes por asumir
la encomienda y les invitó a no tener miedo, y profesar la fe en Jesucristo, como, “Camino, Verdad y Vida”, en sus comunidades y sus diferentes ambientes juveniles.
Al finalizar la
Celebración Eucarística, Monseñor Eusebio, les recordó a los presentes a seguir celebrando la Fe y la Vida, orando
llenos de amor y de esperanza, para transformar al País. Nuevamente, les recordó a los Jóvenes,
que, buscaran a sus compañeros, amigos, y los liberaran de los vicios y esclavitudes que
dañaban sus existencias y les robaban la vida. Que vivieran y testificaran la fuerza del amor de Jesús, y brotaría la Vida, y Vida en
abundancia. ¡Adelante, Diócesis de
Fajardo-Humacao, Diócesis de El Yunque! “Tu
vida es misión”.
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