Congregaciones Religiosas se reúnen
con el Obispo en la Diócesis de El Yunque
“Estamos llamados a ser verdaderos discípulos-misioneros que viven en constante oración, espíritu de comunión e intimidad con Dios. Solo así, seremos testigos fieles y entusiastas, e irradiaremos la Buena Nueva por todas partes ” Mons. Eusebio Ramos Morales.,
Por: José Velázquez
Oficina de Prensa-DFH
El Visitante, Prensa para la Paz
El pasado viernes, 4 de enero de
2013, en un ambiente de alegría fraterna, congregaciones de diversas Órdenes de
Religiosos y Religiosas que trabajan en la Diócesis de Fajardo-Humacao, se
dieron cita en la residencia de Mons. Eusebio. Convocados
por su Pastor y guía de la Diócesis, llegaron hasta Fajardo para
participar de un encuentro fraterno de comunión y solidaridad.
Allí, disfrutando de una vista panorámica espectacular, escucharon el relato de su experiencia sinodal y compartieron con él, inquietudes y proyecciones
propias de la vida religiosa y consagrada. En un diálogo fraterno, Mons. Eusebio, les orientó sobre el Año de la Fe, la Nueva Evangelización y su implementación diocesana.
Uno de los temas sinodales que
Mons. Eusebio compartió con ellos, fue el tema de la santidad y la urgencia testimonial que esta
llamada plantea a los consagrados. Les explicaba, que, es necesario vivir
una vida consagrada al Señor, buscando y viviendo la santidad, a la que Jesús
llamaba a sus discípulos. Así, les
compartía: “En el Sínodo de los Obispo sobre la Nueva Evangelización, uno de
los temas recurrentes fue este de la
Santidad. Recordemos cómo
el Santo Padre Benedicto XVI nos
señala, una y otra vez, el daño que el relativismo moral está
haciendo al hombre y a la mujer
en esta sociedad
moderna, donde se pretende vivir
de espaldas a Dios. Por eso,
debemos de tener presente, que,
estamos llamados a ser verdaderos discípulos misioneros, que viven en constante
oración, espíritu de comunión e
intimidad con Dios. Sólo así,
podremos ser testigos fieles y entusiastas, e irradiaremos la Buena Nueva por
todas partes”.
Añadió, que, el Año de la Fe es
una extraordinaria oportunidad
para nosotros, pastores y
consagrados, de animar y fortalecer
la vida cristiana de los niños y jóvenes, y conducirles al encuentro con
Jesucristo, Señor de la Vida.
Pero, esto sólo es posible con
un testimonio vivo,
entusiasta y coherente, de parte nuestra.
Luego, el Obispo, mencionó que
existen nuevos escenarios, surgidos de las nuevas realidades del mundo actual, y que reaclaman la
Nueva Evangelización. A su vez,
estos nuevos escenarios se convierten en nuevos desafíos para la Iglesia, y muy concretamente,
para nosotros. Entre estos
nuevos escenarios, señaló el de la familia, inmersa entre grandes cambios y
cuestionamientos, y donde los mismos cristianos somos tentados a dejarnos influenciar por nuevas
corrientes ideológicas que amenazan su propia constitución como proyecto de vida que viene de Dios
mismo. Hizo alusión a otros escenarios
tales como: las
comunicaciones y las nuevas tecnologías, la globalización, los nuevos enfoques económicos y
políticos, y la cantidad y diversidad de ofertas religiosas y
espirituales que nos acompañan hoy. A las palabras de Mons. Eusebio, le siguieron diversos
comentarios y aportes
de los religioso y
religiosas presentes.
El Rvdo. P. Fabián Rodríguez,
S.J., señaló como parte de la tertulia y desde su experiencia sacerdotal,
que, “la fe que nosotros vivimos y
testificamos, tiene que ser
operativa, es decir, transformadora, reconciliadora y auténtica, para luego
llevar a otros a un encuentro genuino con Jesús. Si no hay esa transformación de corazón, es imposible
trasmitir la experiencia de fe
a otros. Como dice la Escrituras, ‘la fe sin obra, es una fe estéril,’ y
nosotros, tenemos la encomienda de
dar y saciar los corazones hambrientos de fe”, sostuvo.
Por su parte, la Hna. Carmen
Franco Mata, expresó: “Hemos visto a un Obispo cercano, explícito y fervoroso,
al compartir con nosotros y de esa
manera, sus vivencias del encuentro sinodal. A demás, señalo, que, es importante retomar los principios
evangélicos-pastorales donde la Iglesia, como fuente evangelizadora, busca a
través de proyectos pastorales
enamorar con ardor y pasión los corazones de los creyentes, presentando
a un Cristo Vivo. Resaltó, la
importancia en esta Diócesis de salir al encuentro de la juventud, con nuevos
estilos y nuevas dinámicas vocacionales, y presentándoles que la vida
consagrada es una elección y una
decisión, sin olvidar, que Dios es
quien elige y llama para vivir una vida consagrada junto a Él”.
La actividad finalizó,
compartiendo un almuerzo, con el
sabor propio de la Navidad, la amistad y la comunión en la fe.
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