Vigilia Juvenil: “Trullando con Cristo -
Fe es Regalo de Amor que renace en ti"
Por: José Velázquez
Para el Visitante, Prensa para la Paz
Los jóvenes realizaron dramas y danzas. |
En un ambiente de celebración, oración y
reflexión, los jóvenes de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de El Yunque,
llevaron a cabo la actividad denominada: “Trullando con Cristo”. Esta se realizó en las tres Misiones de la Diócesis simultáneamente, en la
cual, participaron cerca de trescientos jóvenes. En la Misión de Humacao se reunieron los jóvenes en la Casa de Retiros “Camino de la
Cruz”. Hasta allí, llegó el Guía y Pastor de la Diócesis
Misionera, S.E.R. Mons. Eusebio Ramos Morales, para compartir y confraternizar
con la juventud diocesana. Luego, se
dirigió a visitar a los jóvenes de la Misión de Loíza, reunidos en el Colegio
Nuestra Señora del Carmen, en Río Grande.
El Obispo terminó el recorrido en el “Terreno de la Carpa”, Parr. María,
Madre del Redentor del Barrio Pitahaya, que, acogió a los jóvenes de la Misión de Fajardo.
Con esta
actividad, “Truyando con Cristo”, nuestros jóvenes se insertan de lleno en la
Nueva Evangelización celebrando con pasión, con nuevas expresiones y en nuevos
espacios de comunión y de solidadridad diocesana. Cercana la celebración de la Natividad
del Niño Dios, la Vicaría de esta Pastoral suscita este espacio juvenil-misionero para reflexionar sobre
la realidad de vida de la juventud en el
Oriente Puerto Rico. También, entran así los jóvenes en el marco de
oración y reflexión propio del Año de la Fe, proclamado por Su Santidad, el Papa Benedicto XVI.
Recibieron una catequesis entorno al Año de la Fe. |
Así, lo expresó
el Vicario de Pastoral Juvenil, Rvdo. P. Ramón Villamor, al indicar, que, “con estos encuentros que se van creando nuevas
experiencias y nuevos métodos de evangelización para la juventud de hoy. Los jóvenes tienen sed y hambre por Jesús. Muchas veces, ellos no encuentran el lugar o
quién les brinde herramientas para saciar su hambre y sed por el Evangelio de
la Vida, que, es Jesús. Con estos espacios, el joven encuentra nuevos
métodos de enseñanzas, nuevas expresiones y formas para vivir su fe con intensidad, con pasión
y con entrega. Además, se crea una
dinámica diferente cuando éstos se envuelven en actividades donde, ellos mismos, son protagonistas y van testificando a otros jóvenes, que, una Navidad sin Jesús,
no es Navidad”.
También, Mons.
Eusebio, como parte de su acción misionera, visitó a los jóvenes y se confundía
en abrazos y saludos con ellos. Contemplando
sus rostros alegres, animados y llenos de entusiasmo y fervor, el Obispo, se dirigía a ellos expresándoles su gratitud: “Navidad,
es tiempo de abrazar a Jesús, que, sale
a nuestro encuentro. Es abrazarle en nuestras
vidas para hacer nosotros una vida nueva y diferente, y poder
regalar vida a otros”. De esta forma, el
Obispo, continuaba con alegría exhortando
a los jóvenes: “Encontrarnos con Aquél
que nos invita y nos llama a ser sus discípulos-misioneros, es ponernos a su disposición, para a escucharle. Él nos sigue hablando en las Escrituras y nos
señala como Dios- Padre interviene a través de la historia y nos envía su don
más precioso, a su propio Hijo, Jesucristo, que se hace presente en el Niño- Dios
que nace en Belén.
Por tanto, al culminar este Adviento abramos el corazón para recibir al
Niño-Dios que quiere nacer en cada
persona, en cada hogar, en cada niño y
joven de nuestro País”.
Aprovechando el
momento, Monseñor Eusebio, les exhorto a
vivir este encuentro juvenil con intensidad y pasión, ofreciéndolo por los
necesitados. “Les invitó a ofrecer esta
Vigilia Juvenil para que, haya paz y
alegría en nuestras familias. Oremos por
cantidad de jóvenes, compañeros y amigos, para que brote la fe en ellos, les
ilumine y les dé sentido a sus vidas.
Pidamos por el País, para que, cese la violencia y el odio y se viva una
experiencia verdadera de encuentro con
Dios, que se exprese en gestos de
amor y abrazos entre hermanos”. Añadió,
que, es necesario orar por cada uno de
los hogares, las familias y las comunidades parroquiales, para que se conviertan en lugares de encuentro y
comunión en la fe y el amor”.
Los jóvenes se mantenían en ferviente oración |
Finalizó exhortándoles
a “disfrutar de la actividad ‘Truyando con Cristo’. Hagan de ella una linda experiencia, porque, aquí, queridos
jóvenes, pueden redescubrir nuevos métodos, nuevas experiencias y nuevas
expresiones para la Nueva Evangelización.
Recuerden, estamos llamados como cristianos a vivir con pasión la
Navidad. Por eso les digo, no tengan
miedo y abran sus corazones. Verán, que, el Niño–Dios,
que, nace en la Navidad, los hará criaturas nuevas, jóvenes marcados
por la ternura de su amor eterno. También, confíen, en María, la Virgen Madre, y
nuestra Madre, que nos acompaña en este encuentro”.
Durante toda la
noche, los jóvenes participaron de dinámicas, juegos y de animadas reflexiones,
verdaderas catequesis en torno al Año de la Fe y a la Nueva Evangelización. Con
dramatizaciones y pantomimas, se les
explicaba lo que significa vivir y redescubrir la fe, como regalo del amor de
Dios. Cada actividad iba dirigida a fomentar la vida discipular-misionera en los distintos
escenarios de nuestra sociedad. Como parte del programa, los jóvenes, vivieron
una de las experiencias más maravillosas y única, marcada por la oración, cánticos,
himnos, salmos y alabanzas al Señor, con la adoración del Santísimo Sacramento
de Jesús Eucaristía. Allí, los jóvenes, con
reverencia y respeto, se acercaban ante el Santísimo Sacramento para presentar sus necesidades, y oraban
y realizaban danzas en acción de gracias al Señor. Al culminar
cada una de las tres Vigilias, los jóvenes, acompañados por sus padres y líderes de la Comunidad,
salieron por las calles con espíritu misionero, llevando parrandas a los
hogares con güiros, maracas, panderetas y
palitos de madera, entonando
villancicos navideños y cantando la “bomba puertorriqueña”.
La joven Amanda
Ivelisse Ortiz Díaz, quien pertenece a la Pastoral Juvenil de la Parroquia
Ntra. Sra. del Rosario, en Naguado, dijo: “Esta experiencia fue para nosotros como
un vehículo motivador de la fe y del encuentro con Jesús, nuestro Señor. Por medio de las dinámicas y los dramas, nos
enseñaban lo que significa vivir en la fe y cómo nosotros, siendo jóvenes, podemos
vivir esa fe y aportar en la Iglesia”. Agradeció la presencia del Obispo, ya que, siempre, está apoyando las actividades
juveniles y nos inspira la confianza que
el joven busca para identificarse con Jesús”, añadió.
Adoración al Santísimo Sacramento de Jesús Eucaristía |
En un aparte, Jéssica
Castro Emmanuelli, coordinadora del Grupo de Jóvenes, “Renovados en Cristo”,
expresó, que, “en este tiempo en que el joven vive grandes retos y desafíos, sobre
todo, por el bombardeo de noticias y
acciones negativas que se viven en la sociedad, esta acitividad nos llena de
esperanza. Creo que estos espacios le dan esperanza al joven que quiere
descubrir cosas diferentes y dinámicas,
en la cuáles pueda descubrir su propia
identidad católica. Mencionó, que, hoy día, es necesario abrir espacios a la juventud
que está careciendo de amor. Parte de este trabajo es brindar herramientas que alimenten la autoestima, y que les enseñe a los jóvenes, que, solo en Jesús se encuentra ese amor”.
¡Adelante Jóvenes,
Discípulos-Misioneros!
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