lunes, 21 de enero de 2013

Los Reyes de Juana Díaz celebran su fiesta con la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Humacao


Los Reyes de Juana Díaz celebran su fiesta con
  la Parroquia  Nuestra Señora del Carmen de Humacao




Mons. Eusebio y el P. Miguel, acompañado de los Reyes  Magos de Juana Díaz y la representación de la Sagrada Familia




Por: José Velázquez / Fotoperiodista DFH
El Visitante, Prensa para la Paz


La noche del miércoles, 2 de enero de 2013, fue un momento inolvidable para centenas de niños, jóvenes, padres y familias de la Comubidad Parroquial de la Paya de Humacao, en Punta Santiago. Hasta esta  Comunidad de  Humacao,  donde, se  ubica la Parroquia Nuestra Señora del Carmen,  llegaron los Tres Reyes Magos de Juana Díaz para llevarles como regalos,  alegría y gozo a toda la feligresía y visitantes  allí reunidos.     

Habiendo partido desde Juana Díaz, y luego de otras paradas, llegaron  los Reyes hasta Humacao,  donde fueron recibidos por  S.E.R. Mons. Eusebio Ramos Morales, Obispo de la Diócesis del El Yunque;  en compañía del Párroco Rvdo. P. Miguel. A. Merced  y ante la mirada inocente y de ilusión de los niños que buscaban la forma de acercárseles para saludarlos y abrazarlos. A Monseñor Eusebio y a Padre Miguel, se unieron  los Reverendos Padres, Leonardo Rodríguez,  párroco de Nuestra Señora del Rosario en Naguabo y Floyd Mercado Vidro, Rector de la Concatedral Dulce Nombre de Jesús.  También,  le acompañaron el Rvdo. Diácono José “Toño” Nevares, así,  como varios Aspirantes al Diaconado y un concurrido grupo de Servidores del Altar.

Se inición la Ceremonia con la lectura de la Proclama Oficial de la Conmemoración del Nacimiento del Señor, por  parte de uno de los Reyes. También, agradeció  a la Comunidad,  la  acogida y  la manifestación de fervor cristiano ante  esta tradición.    Luego,  con gran efusión,  el Obispo les saludos y  les dio la bienvenida:   “Es un honor en esta noche que nos visiten y compartan junto a esta Comunidad Parroquial como parte de su peregrinación, llevando la Buena Nueva, y proclamando el nacimiento del Niñito Dios, el Emanuel.  Con su visita,  alimentan y mantienen viva esta tradición, que, les regala a este Pueblo Puertorriqueño la fe y la esperanza, y las hacen posible  para  tantos hogares, con sus familias y niños, que tanto las   necesitan”.

Para  iniciar la Santa Misa, el Pueblo Santo de Dios  con gran entusiasmo,  entonaba al son de instrumentos musicales,  cánticos, himnos, salmos y alabanzas al Señor. Así, daba gracias por la Visita de los Tres Santos Reyes, desde el más pequeño de los niños hasta el más adulto, y  no podían ocultar su curiosidad, devoción y admiración. 

Por su parte,  Monseñor Eusebio, al dirigirse a los presentes y en especial a los Niños,  les dijo:  “Niños, no tengan miedo, Dios camina con ustedes. Este es el mensaje de estos  Reyes, a quienes invito a saludarlos, pues, vienen desde muy lejos a adorar al Niño Rey, a Jesús”.  Añadió con admiración: “Hoy ustedes son bendecidos, y todos  los Niños de esta Diócesis y  de Puerto Rico entero,  son bendecidos”.    En este marco de alegría y de fe, continuaba la Celebración con la proclamación de las profecías   de los Profetas Isaías y Miqueas, por parte de otro de los Reyes.  

Durante su Homilía, Monseñor Eusebio,  les preguntó a los parroquiano:  ¿qué año estamos celebrando?  A esta pregunta  se escuchó una respuesta sonora: el  Año de la Fe y el inicio de una Nueva Evangelización.  Continuó diciéndoles. “La fe cristiana comienza en Belén, cuando se cumple la promesas que anunciaron los Profetas y nace el Niño Dios,  del vientre de la Virgen María. Este es el gran misterio de la Navidad  que estamos celebrando.  La Sagrada Familia, fiesta que celebramos el pasado domingo,  nos invita a acoger al Niño Dios, y  a contemplarlo como sus Padres para  adorarlo y  acogerlo en el corazón  lleno de fe y con mucho amor.  De tierras lejanas, nos dice la Tradición, que  aparecieron unos personajes misteriosos que estaban buscando al Niño.  Pues,  desde Juana Díaz, el Pesebre de Puerto Rico,  vienen estos Reyes de hoy,  caminando y  buscando  a Niño,  y quieren encontrarlo en esta Comunidad Parroquial”. Acto seguido,  les preguntó:  ¿Estará el Niño aquí en esta Comunidad? y ¿dónde estará?   Él  mismo contestó: “está en cada uno de nuestros corazones, en su Palabra, en la Eucaristía, en los Ministros que celebran el Sacramento”.  Está en su Pueblo de fe que le celebra, pues, «donde dos o tres se reúnen en mi nombre,  allí estoy yo en medio de ellos» (Mt. 18,20)”, puntualizó.

De manera enfática dijo: “Él nos invita a la salvación, que nos trae la Buena Nueva, que nos anuncia una  nueva vida,  y vida plena que nos muestra el Amor del Padre y nos llena de su Espíritu Santo.  Por tanto, hermanos y hermanas, si estamos ungidos por su Espíritu, somos un Pueblo bendito, un Pueblo de hijos e hijas de Dios. Estamos llamados a vivir en una sociedad de paz,  con una fe genuina y auténtica, y  a ser la Iglesia viva de Cristo Jesús. Estamos en el Año de la Fe, año que nos invita profesar nuestra fe, a vivirla y acogerla; pero,  que sea una fe de entrega.  Nuestro País, está viviendo inmerso entre manifestaciones de violencia, colmado de divisiones e  incertidumbres,  y este Pueblo, tiene  que levantarse de esa realidad de injusticias y de pecado.  ¿ Cómo se levantará?, preguntó Monseñor, mientras el gentío escuchaba con gran atención su mensaje.   “Se levantará acogiendo al Niño Dios en el corazón, y como los  Reyes, postrándonos, adorándolo y  sirviéndole solo a Él”, subrayó.

Al concluir su mensaje les dijo:  “Aquí,  todos somos testigos de esta  Iglesia, que, quiere ser misionera, Iglesia que quiere ser profética, Iglesia que quiere ser fiel a su llamado.  Por eso, les invito a no defraudar a nuestros niños, a nuestros jóvenes y a las familias, que buscan su espacio, su encuentro, su formación.  Necesitamos todos,  unirnos en  la fe, con un corazón genuino  para  vivirla con fidelidad.  Hoy,  les recuerdo la misión de Juan el Bautista:  ‘He venido a allanar y  a preparar el camino’.  Está es la misión a la  que se nos envía y  que exige nuestra respuesta. Pueblo Santo de Dios:  preparen los corazones”. Con efusiva voz, les encomendó:  “Vamos a transformar  las relaciones humanas para que siempre haya armonía, paz y respeto entre nosotros; vamos a allanar los caminos para preparar hogares llenos de fe cristiana, a allanar las Comunidades para que sean Iglesias domésticas  vivas;  Iglesias que sean discípulas-misioneras, Iglesias donde todos seamos hermanos, Iglesias donde no haya anciano que esté padeciendo hambre o sufriendo en su soledad.  Iglesias Vivas en  el Año de la Fe”. 

Cultivemos en nuestras familias, en los niños y en los jóvenes,  estas  tradiciones cristianas que nos identifican como Pueblo de Dios;  estas  tradiciones que nos impulsan a vivir  la fe a través de nuevos métodos, nuevas expresiones y nuevo ardor, como lo hemos  hecho con esta ‘Iglesia en la Calle’ en esta noche y como nos invita la Nueva Evangelización.   Sólo,  así, vamos impulsando una Iglesia constituida de verdaderos discípulos y de  verdaderos misioneros para todo Puerto Rico, finalizó.

Antes de la la Bendición final, uno de los momentos más emotivos  de la Celebración, ocurrió  cuando los Tres Santos Reyes tomaron sus cofres y se acercaron a la Sagrada Familia  para obsequiarle al Niño, Incienso, Oro y Mirra.  Acto seguido,  se postraron para adorarle y  luego,  tomaron al Niño, lo elevaron y lo presentaron a los cuatro  puntos cardinales como signo de reconocimiento al Emmanuel, como Rey de la faz de la Tierra y el Universo. Este acto llamó tanto la atención,  que, hizo que todos los niños se conglomeraran frente a la tarima donde  se ubicaba  el Altar,  sorprendidos por semejante acto. Luego,  los Tres Reyes Magos le entregaron a Monseñor Eusebio y al Padre  Miguel Merced,  unos presentes,  en agradecimiento por la acogida en la  Comunidad Parroquial  de Punta Santiago y en la Diócesis de El Yunque.

Al finalizar la Celebración Eucarística los Niños tuvieron la oportunidad de compartir con los Tres Reyes Magos, en la cual se tomaban fotos y les presentaban sus cartitas de petición.

¡Qué viva la Tradición de los Reyes y la Diócesis de El Yunque!               

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