Clero de la Diócesis de Fajardo-Humacao |
Durante los días, 12 al 16 de Noviembre de 2012, se llevó a
cabo el Retiro Espiritual del Clero Diocesano, junto a su Pastor y Obispo,
S.E.R. Mons. Eusebio Ramos Morales, en
la Casa de Retiro Cristo Redentor, de Aguas Buenas. Los Ejercicios Espirituales fueron dirigidos por
S.E.R. Mons. Vitorino Girardi, de origen italiano y que lleva más de diez años como Obispo de la Diócesis
de Tilarán-Liberia, en Costa Rica.
En la frescura y el verdor de las montañas de esta
Casa de Retiros y en ambiente sereno y de tranquilidad, el Clero de la
Diócesis Misionera recibía una catequesis
espiritual, enmarcada en la reflexión y contemplación de su
ser sacerdotal y su misión evangelizadora y pastoral. El tema de este Retiro fue: “Dios y yo – Yo y Dios”.
Así, lo describió Mons. Victorino Giraldi, al expresar su agradecimiento por la invitación que le hiciera Mons. Eusebio, para compartir con su Diócesis, junto a sus colaboradores más cercanos y miembros de su equipo pastoral. “Es para mí gran admiración estar en esta nueva diócesis misionera, que le brinda a esta Isla del Encanto, Puerto Rico, una nueva visión pastoral dirigida a la misión y la evangelización, teniendo como objetivo, el encuentro con Jesucristo. Esta oportunidad ha sido bien interesante, ya que, este Presbiterio está compuesto, no solamente por puertorriqueños, sino que, también aquí me he encontrado hermanos de diferentes nacionalidades, elemento que se suma su realidad particular y la hace misionera”.
Así, lo describió Mons. Victorino Giraldi, al expresar su agradecimiento por la invitación que le hiciera Mons. Eusebio, para compartir con su Diócesis, junto a sus colaboradores más cercanos y miembros de su equipo pastoral. “Es para mí gran admiración estar en esta nueva diócesis misionera, que le brinda a esta Isla del Encanto, Puerto Rico, una nueva visión pastoral dirigida a la misión y la evangelización, teniendo como objetivo, el encuentro con Jesucristo. Esta oportunidad ha sido bien interesante, ya que, este Presbiterio está compuesto, no solamente por puertorriqueños, sino que, también aquí me he encontrado hermanos de diferentes nacionalidades, elemento que se suma su realidad particular y la hace misionera”.
Estos ejercicios pastorales y espirituales,
rompiendo un poco con lo que sería una semana de taller teológico, los hemos dirigido a redescubrir lo quiere
decir; “Dios y yo, Yo y Dios”. Esto no
es otra cosa, que, ver como Dios me está contemplando y cuál es
mi respuesta a este llamado de identidad sacerdotal que nos hace el Padre. Esto implica analizar cómo me ve Dios en este
proyecto de vida consagrada y cuál va
hacer mi respuesta. Indicó, que, cada una de las áreas de estos ejercicios tienen
una perspectiva vocacional que se va analizando paulatiamnte: cuál es mi historia como cristiano, mi ritmo
de oración y compromiso con el pueblo, la caridad pastoral, la fraternidad de
mis hermanos para formar el Presbiterio;
éstos y otros temas más, se han
discutido de forma de tertulia, sin
olvidar la oración y reflexión en silencio.
Mons. Vitorino añadió, que, “cada
tema va dirigido al ejercicio práctico de la oración y al encuentro con Dios, en y desde,
la reflexión personal y comunitaria”. El Obispo exhortó a la Comunidad Misionera de
la Diócesis de Fajardo- Humacao a que se
mantengan fieles, en actitud de oración por su Obispo Eusebio, para que puedan lograr un
trabajo misionero y pastoral, que atienda a las necesidades de cada comunidad parroquial,
en conjunto con su Clero, y de esta
manera, suscitar vocaciones sacerdotales y religiosas.
Además, no quiso pasar por alto el tema sobre
El sínodo de la Nueva Evangelización en el mundo contemporáneo, con la propuesta de misión kerigmática como tarea indispensable y
esencial de la acción eclesial. “La evangelización es la vocación propia de la
Iglesia. Busca enfatizar una nueva
evangelización en todas las áreas eclesiales, que, sea nueva en su ardor, en el
método y en las expresiones. Puerto Rico tiene a un Beato, Carlos Manuel
Rodríguez, quien es modelo y
protagonista para la Nueva
Evangelización. Él experimentó y vivió a plenitud la vida contemplativa, desde
la oración y entrega total al Evangelio de Jesucristo. Así, vivió
una vida de gracia y santidad”.
Por su parte, P. Víctor Santiago, de la Parroquia San Patricio y Espíritu
Santo de Loíza, manifestó que, estos ejercicios espirituales han sido de
provecho, especialmente por los espacios de oración en silencio. “Este Retiro
ha sido bien interesante, ya que Mons. Victorino nos ha presentado una dinámica
distinta entorno al misterio de la fe, vivida desde mi realidad sacerdotal.
Para nosotros, como pastores y hombres de fe, si no damos el paso de la fe, o
sea, transmitirla, es imposible que
estas vivencias se puedan germinar en nuestras comunidades. Por eso el llamado, y que ha sido constante durante estos
ejercicios, es profundizar y evaluar
como yo estoy viviendo este misterio sacerdotal”, puntualizó.
El Rector de la Concatedral Dulce Nombre de
Jesús, en Humacao, P. Floyd Mercado,
indicó que este Retiro ha sido una experiencia enriquecedora y
refrescante, ya que, el recurso en sus expresiones muestra su compromiso y celo
pastoral, pero, sobretodo, su jovialidad
y su sentido humorístico, van macando la
dinámica. “En cada palabra, oración o lectura que realiza, encuentra su valor divino”. Añadió, que, “lo más que me ha gustado es la
insistencia en la oración, la entrega a Jesús Eucaristía. Ha mantenido, que, todo lo que se haga, sea enfocado únicamente en el encuentro con
Dios y Dios con el hombre”.
Mons. Esuebio, luego de una larga jornada pastoral
en la Cuidad del Vaticano, Roma, en la que participó del
Sínodo de la Nueva Evangelización, y tras llegar de visitar la Ciudad de New
York y la Comunidad de Brooklynd, azotada por la Tormenta Sandy, se integró
nuevamente a los trabajos pastorales de la Diócesis. Esté indico, que, “el Retiro con Mons
Vitorino, hombre de fe y de testimonio
misionero vivo, ofrece a nuestro Clero una gran oportunidad para conformar sus corazones y sus mentes con la realidad de misión que la Iglesianos ha puesto en nuestras manos. A casi cinco años de vida diocesana, la situación
de la Diócesis de Fajardo-Humacao, nos recalama identidad, fidelidad,
confianza, sin reservas, y total entrega misionera”.
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