viernes, 6 de julio de 2012

CAMINANDO Y REMANDO CON CRISTO, PREGONAMOS NUESTRA FE


Rvdo. P. Oscar Sanchéz, Vicario de Pastoral, junto a  Mons. Eusebio.



Desde que inició nuestra Diócesis de Fajardo-Humacao decidimos remar mar adentro, echar las redes en nombre de Cristo, adherirnos estrechamente a Él, como el sarmiento a la vid, pues Jesús lo dijo claramente: …sin mí no podéis hacer nada(cf Jn 15,5); en cambio todo lo podemos en aquel que nos conforta (cf Fil 4,13). Somos conscientes de nuestras limitaciones en estos cuatro años (no tenemos un obispado, una casa de retiros, limitado número de sacerdotes; pero el don de Dios ha sido más fuerte que nuestras limitaciones y va encendiendo cada día más corazones de fieles, de agentes de pastoral que están dando el cien por ciento para que Cristo en nuestra Diócesis sea conocido, amado y testificado.
Caminar con Cristo ha significado fortalecer los pilares en que se sostiene nuestro Plan Diocesano de Pastoral; entre ellos la Palabra,que es el alimento para la vida, para la oración y para el camino diario, el principio de unificación de la comunidad en la unidad de pensamiento, la inspiración para la constante renovación y para la creatividad apostólica. La Palabrade Dios es fuente de vida para la Iglesia y la proponemos como una de las fuentes de la evangelización, como don del Padre para el encuentro con Cristo, que se convierta para cada cristiano en alimento vivificante para que con su propia experiencia, vea que las palabras de Jesús son espíritu y vida (Jn 6,63).
Caminar con Cristo significa seguirle, permanecer y perseverar junto a Élen los momentos alegres, como en los momentos difíciles de nuestra vida. Jesús llama a todos a seguirle pero no todos respondemos a ese llamado. Caminar con Cristo significa también reencontrar el primer amor, el destello inspirador con que se comenzó el seguimiento (cf Apoc 2,4; Jer 2,2). El seguimiento es sólo la respuesta de amor al amor de Dios. Si nosotros amamos es porque El no s ha amando primero (1Jn 4,10.19). Esto significa reconocer su amor personal con aquel íntimo conocimiento que hacía decir al apóstol san Pablo “Cristo me ha amando y ha dado su vida por mí” (Gal 2,20).


Caminamos y remamos
Caminamos y remamos anunciando nuestra fe, comunicando la alegría de ser testigos en una Diócesis de muchos retos; pero como Abrahamcaminamos desiertos con una fe profunda en Dios, “arraigados en Cristo, firmes la fe”(Col 2,7) sembrando la buena semilla del amor. Como también remamos en aguas profundas y turbulentas hacia Vieques y Culebra para compartir nuestra fe con los hermanos viequenses y culebrenses que son parte de nuestra Diócesis. “La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven” (Hb11,1). La fe se fortalece dándolay en estos cuatro años la Escuela La Barcase ha movido a Vieques y Culebra para dar la formación que han recibido las tres Misiones: Misión de Fajardo, Misión de Humacao y Misión de Loíza. El primer año se estudió el Documento de Aparecida; el segundo año se impartió Cristologíay el tercer año fue sobre Eclesiologíay ha sido una experiencia maravillosa porque la participación de los líderes de las parroquias ha sido muy numerosa. En nuestro caminar y remar debemos ser luz de Cristo, El discípulo de Cristo no debe sólo guardar la fe y vivir de ella sino también profesarla, testimoniarla con firmeza y difundirla: “Todos vivan preparados para confesar a Cristo ante los hombres y a seguirle por el camino de la cruz en medio de las persecuciones que nunca faltan a la Iglesia” (LG 42; cf DH 14).El servicio y el testimonio de la fe son requeridos para la salvación: “Todo [...] aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos (Mt10, 32-33)”.(CCE 1816).

Vida de fe y conversión.
Siguiendo nuestro Plan Pastoral y siguiendo el itinerario que nos presenta el documento de Aparecida este año en adviento daremos inicio a laetapa de Conversiónsin descuidar la etapa del “Encuentro con Cristo. (DA 278) insertándola en el año de la fe propuesto por su Santidad Benedicto XVI (11 de octubre 2012 al 24 de noviembre 2013). En este año, como ha dicho el Papa, queremos "Invitar a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvadordel mundo, a que se comprometan a favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe, a suscitar en todo creyente la aspiración a confesar la fe con plenitud y renovada convicción, con confianza y esperanza, a comprender de manera más profunda no sólo los contenidos de la fe sino, juntamente también con eso, el acto con el que decidimos de entregarnos totalmente y con plena libertad a Dios".
Uno de los grandes retos en nuestra Diócesis es fortalecer la fe en el Pueblo de Dios y durante todo este año. Durante el mes de agosto, estudiaremos en la Escuela de Formación, La Barca, el Catecismo de la Iglesia Católica, para que todos los agentes comprometidos en la Diócesis conozcan nuestra fe y conociéndola y viviéndola la comparta con sus hermanos. Cuando de verdad creemos y amamos a Jesús somos capaces de renunciar a cualquier seguridad terrena, y seguir al Señor sin importar los riesgos, pues somos capaces incluso de subir a su cruz con la plena confianza que seremos fortalecidos por su amor, por su misericordia. Es esta la fe que finalmente nos lleva a la verdadera conversión.
Este año de fe y conversión caminaremos de la mano de Jesús y de nuestros patrones: Santiago Apóstol y la Virgen del Carmen, que nos guiaran a fortalecer nuestra fe y conducirnos a una verdadera conversión. Conscientes de que la fe es un don gratuito de Dios, nos esforzaremos por alimentarla a través de la oración, La Palabra de Dios, la Eucaristía, pues “Este don inestimable podemos perderlo; san Pablo advierte de ello a Timoteo: «Combate el buen combate, conservando la fe y la conciencia recta; algunos, por haberla rechazado, naufragaron en la fe» (1 Tm1,18-19); debemos pedir al Señor que nos la aumente (cf. Mc9,24; Lc17,5; 22,32); debe «actuar por la caridad» (Ga5,6; cf. St2,14-26), ser sostenida por la esperanza (cf. Rom15,13) y estar enraizada en la fe de la Iglesia”(CCE 162).
Gracias a los sacerdotes, a los diáconos, a los religiosos(as), a los movimientos, grupos y áreas de pastoral que en estos cuatro años han puesto alma, vida y corazón por nuestra Diócesis. Los invito a seguir con ese entusiasmo, con ese fuego encendido del Espíritu Santo que lo renueva y lo transforma todo. Diócesis de El Yunque, ni un paso atrás, caminemos y rememos con Cristo, pregonando nuestra fe.
Pbro. Oscar Alberto Sánchez López
Vicario de Pastoral
Diócesis de Fajardo- Humacao



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