viernes, 25 de octubre de 2013

Cincuenta años de presencia religiosa y misionera en Humacao









Sister Miriam Pacheco, prionera de la Comunidad Benedictina.
El pasado lunes, 7 de octubre de 2013, la Comunidad Benedictina se vistió de fiesta,  al celebrar sus Cincuentas Años de presencia religiosa  en la Ciudad de Humacao.  El escenario para esta celebración fue el Auditorio del Colegio San Benito, donde el Pastor y Guía de la Diócesis de El Yunque, S.E.R. Mons. Eusebio Ramos Morales,  les celebró la Santa Misa  y compartió  con las Hermanas Benedictinas, la facultad y el estudiantado.

Acompañaron al Obispo en esta celebración de acción de gracias el Rvdo. P. Víctor Santiago Mateo, Rector de la Concatedral Dulce Nombre de Jesús y Vicario General;  el Rvdo. P. Adrián Alicea,  Director Espiritual del Colegio;   y los Diáconos Felipe Quiñones, Frankie La Santa y Andrés Velázquez.  También, participaron el Sr. Inocencio Cruz Figueroa, Superintendente, y  algunos padres y exalumnos del Colegio San Benito. 

Antes de iniciar la Santa Misa, la Hna. Vivian Maldonado, compartió con los presentes una breve reseña histórica sobre la Comunidad Benedictina. Habló del comienzo de esta Comunidad Religiosa en Humacao, sus aportaciones a  la educación, los diversos servicios religiosos que ofrecian  las hermanas y la colaboración estrecha con la Parroquia Dulce Nombre de Jesús, hoy día,  la Concatedral.   Luego, en ambiente de alegría y  al son de instrumentos muusicales, se inició la Santa Misa con el himno de entrada.   Mons. Eusebio Ramos Morales, con voz enérgica y entusiasta,  dio la bienvenida a todos los presentes, en especial, a las Hermanas Benedictinas. Continuó, felicitando a las Hermanas benedictinas: "Hoy,  esta Comunidad  Educativa se viste de fiesta,  al celebrar  cincuenta años de vida, de testimonio de fe, de servicio misionero.   Esta alegría lleva consigo el espíritu benedictino, es decir, de oración y  trabajo,   para irradiar la fe en Cristo Jesús”, lo que provocó un sonoro aplauso.

Durante  la  Homilía, Monseñor Eusebio, rodeado de un centenar de estudiantes,  les dirigió algunas palabras a ellos, señalándoles la importancia del testimonio cristiano, la  fidelidad y  la entrega al Señor a través de la vida religiosa. "Niños y jóvenes, me da mucha alegría estar con ustedes en esta fiesta de aniversario, celebrando estos cincuenta años de  esta Comunidad Religiosa que los  reúnen y les acompañan como familia y comunidad educativa.  Cincuenta años, donde ustedes, con sus rostros nuevos,  anuncian a un Puerto Rico diferente y a una Iglesia viva. Con ustedes, agradezco a esta Comunidad Benedictina por su testimonio de vida, de fe y de esperanza  en el Oriente del País, formando a hombres y mujeres nuevos, con corazones y valores cristianos,  y llamando a vivir el Evangelio de Jesús".

Luego, hizo referencia  a la festividad del día, la fiesta de Nuestra Señora del Rosario:  "Hoy, la Iglesia celebra una  advocación  mariana de gran devoción y que nos refiere al santo rosario.  Este es un instrumento  privilegiado de oración y de encuentro con Jesús, a través de su Madre, María. El rosario es y será un  gran instrumento  para fomentar la devoción mariana en los niños,  los jóvenes, las familias y las comunidades. A la luz de la Nueva Evangelización, exhorto a los maestros de religión y a los catequistas a fomentar el rezo del rosario, usando su cretaividad, con nuevos métodos y estrategias, buscando formas breves, relatos evangélicos y hasta haciendo uso de las manualidades y  la pintura. Se trata de hacer atrayente el rezo del rosario en la actualidad; una devoción mariana y cristológica, que ha desempeñado un gran papel en la evangelización de Puerto Rico.

Nuevamente, volvió a dirigirse a las Hermanas  Bendictinas, resaltando el saludo del Ángel a la Virgen María: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo".  Estas palabras,  dirigidas a María, nos invitan  a nosotros  hoy  a vivir nuestra fe en Cristo Jesús con alegría.    Es la  alegría por el paso y la presencia del  Hijo de Dios, que, sigue caminando y acompañándonos  en nuestras propias historias de fe.  Es la alegría  que nos pide la Iglesia,  a través del Papa Francisco.    Los cristianos debemos de contagiar a otros con la alegría de nuestra fe, y María, nos da el ejemplo.   Ella, con su sencillez y su humildad,  nos muestra la alegría del Señor.  Ella, la “llena de Gracia” , nos testifica la plenitud de vida  y de amor en la revelación y presencia de Jesucristo, que  viene a salvarnos". 

Siguió explicando el texto de la Anunciación,  resaltando el diálogo  divino-humano que se desarrolla  entre el Ángel y María, y  la escucha  y acogida de la Palabra.   “En esta dinámica de salvación, María, se convierte en la primera discípula de la Nueva Alianza.  Su Sí, es de total entrega y abre el camino de  fidelidad discipular, a la que somos llamados los cristianos. Tenemos que meditar las palabras que dijo la Virgen María, ‘que se haga tu voluntad, he aquí la esclava del Señor'. Mis Hermanas y queridos estudiantes,  a esto hay que llegar y está debe ser la meta: que seamos siervos,  de verdad, del Señor de la Vida.   A esa meta debemos llegar todos”, subrayó. 

Sister Carmen Dávila, actual Priora de la Comunidad Benedictina.
El Obispo, concluyó su mensaje , invitando a responder al Señor con sinceridad y  reconociendo que el rosario es un instrumento que nos acerca a Jesús,  por la intercesión de nuestra Madre, la Virgen María. "Les invito a que seamos fieles a la Palabra de Dios, y como María,  a disponernos al servicio y a la entrega total al Señor.  Con el  rosario en la mano, respondamos a Dios con palabras y con hechos de vida, imitando a María, que,  nos sigue diciendo: “hagan lo que Él les diga”.   Hoy, como Iglesia Local, Diócesis de El Yunque, que se une  y celebra los cincuenta años de vida y presencia religiosa  de  esta Comunidad Benedictina, pedimos al Señor que siga derramando su Gracia y suscitando nuevas vocaciones sacerdotales y religiosas para alimentar y atender las necesidades de su rebaño", finalizó.


Antes de dar la bendición final, Monseñor Eusebio, agradeció a la Hermana Carmen Dávila, Priora de la Comunidad Benedictina, y a las demás Consagradas, por el arduo trabajo que realizan y su aportación a través de la enseñanza y la educación en el Colegio.  La Comunidad como muestra de gratitud hacia el Obispo por la celebración, tuvo un presente para él.  Un momento emotivo se suscitó cuando varios jóvenes, en representación de todo el estudiantado del Colegio San Benito, le regalaron a las Hermanas varias piezas musicales, bailes y una danza en acción de gracias al Señor.

En un aparte, la Hermana Ángela Berríos,  señaló que no podía esconder su emoción y su agradecimiento al Señor,  por los cincuenta años de presencia benedictina. Manifestó, que, eran muchos los años de evangelización y de trabajo misionero,  realizado en el pueblo de Humacao.  Además,  relató, que, unas de las tareas que más les marcó, desde sus inicios y junto a las hermanas Carmen Dávila y Miriam Pacheco, fue la formación de los grupos de liturgia en la Parroquia, con sus ministerios de música y  de educación religiosa.  Añadió,  que,  en el tiempo de Padre Eusebio Ramos Morales, hoy día nuestro Obispo, se esforzaron en proyectos de atención a las comunidades, especialmente,  a las personas más necesitadas”.   ¡En hora buena!

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