domingo, 21 de abril de 2013

CORREDOR DE ALEGRÍA Y DE ESPERANZA EN LA DIÓCESIS DE EL YUNQUE


CORREDOR DE ALEGRÍA Y DE  ESPERANZA 
EN LA DIÓCESIS DE EL YUNQUE



Por Mons. Eusebio Ramos Morales
Obispo de la Diócesis de El Yunque

Luquillo. El sábado, 13 de abril de 2013, será una fecha memorial e histórica, que, permanecerá en las mentes y corazones, tanto, de los residentes del área Este, como,  de   todos los puertorriqueños,  amigos y defensores de la Naturaleza.  El trabajo arduo y apasionado de muchas personas y diversas instituciones, públicas y privadas, pero,  especialmente, de los miembros de la Coalición Pro Corredor Ecológico del Noreste (CEN), culminó en un gran proyecto de Pueblo.  Fue firmada la  Ley 8, que, designaba  como  Reserva Natural el  litoral  marino,  paralelo a la Carretera no. 3,  entre  Luquillo y Fajardo.  Este acontecimiento ocurrió, tras quince años de muchos esfuerzos y  sacrificios, aunque también, estuvo acompañado de muchas decepciones.

Fue un día de pleno esplendor y manifestación de la Naturaleza, y  cuando se celebraba el Octavo Festival del Tinglar en la Plaza Pública de Luquillo. Una multitud del Pueblo de Dios, manifestada en los niños, jóvenes, adultos, abuelos, familias, estudiantes, profesionales, servidores, residentes, visitantes y   diversidad de personas, sin colores partidistas ni religiosos, quiso ser testigo y protagonista de un acontecimiento  que nos llenaba a todos  de alegría y de esperanza. El Festival del Tinglar fue la convocatoria para reunir  a tantas personas, quienes, no solo compartían, también,  educaban, evangelizaban, cultivaban y alimentaban nuestra cultura y los más nobles valores  de este Pueblo.

Mientras la Parroquia San José se convertía en anfitriona, la Parroquia María Madre del Redentor, del Barrio Pitahaya de Luquillo, aprovechó la ocasión para evangelizar y anunciar a Cristo Resucitado.  El Padre Luis A. Alicea (Padre Tony)  y la Coordinadora de Catequesis, la Sra. Raquel Vega de Jesús,  organizaron con  los Niños, los Jóvenes  y sus Padres,  una manifestación de fe cristiana y de anuncio de la Nueva Evangelización.  Con una Pancarta, trabajada por los mismos niños y jóvenes, mostraban al Corredor Ecológico del Noreste con los elementos naturales que le caracterizan: montañas, ríos, manglares, dunas,  el mar y el sol.  Pero,  en el centro de  este conjunto de naturaleza maravillosa,  estaba Jesús Resucitado, llamándonos  a todos a ser discípulos misioneros  y anunciando la Vida Nueva.  A todos los presentes,  les llamaba la atención las gorras que usaban los participantes en el grupo  de la Catequesis de esta Parroquia: con arte e ingenio, convirtieron sus gorras en tinglares  con sus  elementos.  De hecho, fueron reconocidos  por el Grupo Timón del Festival, quienes,  le confirieron el primer lugar en participación y creación educativa sobre  el Tinglar.

Monseñor Eusebio, presente en la histórica firma de la Reserva Natural del Corredor Ecológico del Noreste. Foto por Héctor Santos.
Este Festival del Tinglar, celebrado en Luquillo durante el  Tiempo de Pascua, ha resultado ser un espacio privilegiado para el compartir familiar, el sano entretenimiento,  la expresión cultural y musical, y la  educación  y el amor que debemos tener a  la Naturaleza como personas y como Pueblo.  Pero, en esta ocasión, el Octavo Festival del Tinglar del pasado sábado, 13 de abril, será recordado como el Festival donde se convirtió en Ley la Reserva Natural del Corredor Ecológico del Noreste de Puerto Rico. Cuando ocurrió tal acontecimiento, la alegría  y emotividad, se confundieron en un aplauso,  que, resonó desde la Plaza Pública de Luquillo,  y recorría el litoral costero del Mar hasta  llegar a la Sierra del Yunque.

La Diócesis de Fajardo-Humacao  reconoce y  agradece  el trabajo “titánico” de la Coalición del CEN, tras,  quince años de un largo  y tortuoso caminar.   Pero, su amor y su pasión por la Naturaleza, logró unir a un Pueblo, superando muchos escollos,  limando diferencias  partidistas y acercando  a políticos y a diversos líderes, sin colores ni credos particulares. Pero, sobre todo, ha educado y ha ayudado a formar  la  conciencia ecológica de  un Pueblo, que,  tiene en el Oriente de Puerto Rico, a uno de los tesoros naturales  más preciados que nos ha regalado el Creador: la Reserva Natural del Corredor Ecológico del Noreste de Puerto Rico. A todos estos hombres y mujeres, que, han colaborado para forjar y conseguir la Ley que crea a esta Reserva del Noreste, Gracias, y adelante  siempre, forjando a un Pueblo Nuevo.

Esta gesta de Pueblo, una vez más, nos señala  que podemos levantarnos  de los graves problemas  que afronta la sociedad puertorriqueña.  Recordando a  Culebra y  a Vieques, unimos otro  acontecimiento,  memorial e histórico,  que debe servirnos de inspiración y llenarnos de fe y de esperanza.  Cuando nos une el amor, la fe y la esperanza, nos convertimos en  un Pueblo fuerte, capaz de superar diferencias y abrazar los valores cristianos  que nos han visto nacer y gestar nuestra historia, marcada por la paz y la concordia fraterna.   Por tanto, podemos vencer la violencia y la desarticulación social y moral que se vive en ciertos sectores, actualmente.  Lo podemos hacer, sólo, si nos unimos  como Pueblo y abrazamos al Dios de la Vida y del Amor, manifestado en Jesucristo Resucitado.  Abramos los corazones y el seno de nuestros hogares y familias, y dejemos que entre  Jesús, pues, “Él es el Camino, la Verdad y la Vida”.  Disfrutemos del Corredor del Noreste, Reserva Natural,  como personas, como hermanos e hijos de Dios.  ¡Gracias y Bendiciones!

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