lunes, 18 de marzo de 2013

Jóvenes en camino hacia la Pascua


Jóvenes en camino hacia la Pascua


Alrededor de 93 jóvenes participaron del retiro en preparación al Sacramento de la Confirmación
en la Casa de Retiro Salesiana en Aibonito.



Por: José A. Velázquez
Para el Visitante, Prensa para la Paz
Diócesis de Fajardo-Humacao


La Pastoral de Catequesis de la Concatedral Dulce Nombre de Jesús, en Humacao, realizó el Retiro de jóvenes para prepararse para recibir el Sacramento de la Confirmación durante  la Pascua.   Este se llevó a cabo en  la Casa de Retiros del Seminario Salesiano, en Aibonito, del 1 al 3 de marzo.  En este Retiro participaron los jóvenes de la Pastoral Juvenil de la Concatedral y el Ministerio de Música “En Tu Nombre”, de la Parroquia  María Auxiliadora de la Península de Cantera.

En la frescura y el verdor de las montañas de esta Casa de Retiros,  en ambiente sereno y de tranquilidad, este grupo juvenil de noventa y seis adolescentes recibió la Catequesis para prepararles para el Sacramento de la Confirmación, que, recibirán próximamente. Los temas de esta Catequesis giraron en torno al Discipulado Misionero, a la luz del Documento de Aparecida y del Plan Diocesano de Pastoral de la Diócesis del El Yunque.  Con esta reflexión, se  buscaba  formarles en los principios y valores cristianos, que,  nos reclaman  el  Año de la Fe y  la Nueva Evangelización, ante  los retos y desafíos  que enfrenta  nuestra sociedad puertorriqueña.  El Rector de la Concatedral, Rvdo. P. Floyd Mercado Vidro, quien se dirigió a los jóvenes al empezar el Retiro, les  animó a vivir la experiencia con intensidad y  a  conocer a Jesús con mayor profundidad y pasión,  para que brote en sus corazones la llamada al discipulado misionero.  

Siguiendo el lema  cuaresmal de la Diócesis, “Nueva Evangelización es caminar con fe a hacia a la Conversión”, se les presentó a los jóvenes diferentes escenarios, a través de dinámicas y reflexiones,  para vivir la comunión y la confraternización, unos con otros.  Los jóvenes tuvieron  la oportunidad de  conocer y reflexionar sobre el itinerario catecúmenal de los primeros discípulos del Señor, en sus diferentes etapas: elección, llamado, conversión, formación, seguimiento y envío misionero.  Uno de los recursos, el Padre Franklin Santana, además, de formarles en este itinerario catecúmenal, también, compartió con ellos su propia experiencia vocacional.  El Padre Franklin les habló de su llamado por parte de Dios y sus  inquietudes y preguntas,  ante  la vocación sacerdotal.  Así, les confesó:   “soy sacerdote porque,  Dios,  es insistente y nunca se cansa se llamar.  Cuando recibes y participas de sus  Sacramentos, Él,  te está llamando”, puntualizó.

Otro de los recursos, el joven  Celso Eloy Intriago Cádiz, les habló de la conversión. Sobre este tema, les señaló la necesidad de cambiar de actitudes y  de hábitos que esclavizan y nos separan de Dios y  de los demás;  a veces, de los  propios seres queridos.  En cuanto a la realidad de dolor y sufrimiento  que viven  muchos jóvenes,  les exhortaba a darles otra dirección a sus vidas. Les invitaba a ser forjadores de una sociedad diferente y a reencontrarse con Jesús, Señor de la Vida, quien  ama a los jóvenes y les tiende la mano para levantarles de sus caídas. Terminó,  compartiendo con ellos  algunas de sus propias experiencias de fe y de encuentro con Jesús.  “Quiero expresarles, que, desde el momento en que conocí al Señor, me di cuenta que mi vida tenia que tomar otro rumbo.  Que mis actitudes y acciones hacia los demás, tenían que ser diferentes. Hoy, doy gracias al Señor, por su amor y su perdón”.

Así, entre reflexiones, charlas, cánticos y oraciones, se fue  llevando a cabo el Retiro. La alegría y el compartir de los jóvenes seguían en aumento, mientras, eran acompañados por el Equipo de Formación y el  Ministerio de Música, para animar la participación.  De esta forma, se iba creando  un ambiente fraterno, colmado de  respeto,  de reflexión y revisión de vida,  donde se  gestaba  la fe y la esperanza entre los participantes.  Algo, que se iba manifestando,  era la necesidad que tienen los jóvenes de estos espacios en las comunidades parroquiales. 

Como parte de la dinámica del Retiro, también,  los jóvenes realizaron un viaje a  la historia  evangélica, para recrear “los pasos del Apóstol San Pablo”.   A través de esta actividad, los  jóvenes  compartieron, unos con otros,  la conversión de  San Pablo,  su encuentro con Cristo Resucitado, su transformación espiritual   y su misión  apostólica con los gentiles.  Muchos,  al describir la experiencia, decían: “Si el Señor lo hizo con él, también, lo puede hacer conmigo.  Todos estamos llamados a conocer a Jesús”.  Otros, simplemente, se sorprendían de la manera  en que Pablo  actuaba antes de su conversión y otros, compartían las implicaciones  y consecuencias que se producen cuando Jesús sale a nuestro encuentro, despertándonos a la fe,  y llamándonos a seguirle.   Concluían, afirmando la necesidad de que broten jóvenes, transformados por Jesús, que se conviertan en apóstoles que anuncien y testifiquen el Evangelio.

Unos de los momentos más emotivos,  se dio al culminar el Retiro con la celebración de la Liturgia Eucarística, donde,  los jóvenes se encontraron con sus Padres durante la  Clausura.  La Celebración fue presidida por el P. Floyd Mercado, quién,  invitó a los jóvenes candidatos a la Confirmación a no dejar que se apagara  en sus corazones la llama del amor de Jesús.   También,  aprovechó la ocasión para  dirigirse a los Padres y solicitarles, que,  atendieran  y cuidaran  a sus hijos, proveyéndoles mayor atención y confianza en sus hogares. “Es necesario que nuestros jóvenes  sientan la confianza de  ustedes en ellos. Esto es esencial.  Además, ayúdenles a descubrir y a vivir, desde el seno del hogar, el amor de Dios.  Ciertamente, la tarea es de todos,  pero, es vital esa vivencia en sus hogares  para encaminarles en el año de la Fe,  comprometidos con el Reino de Dios, desde sus propias realidades, tanto,  en sus hogares como en nuestras  comunidades”. 

Al finalizar la Celebración,  el Padre Floyd, agradeció a la Coordinadora de la Catequesis de la Concatedral y a  todo el Equipo de Trabajo, que, hizo posible la experiencia  tan maravillosa  para los jóvenes de la Diócesis Misionera de El Yunque.  ¡En hora buena!

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