miércoles, 29 de agosto de 2012

“Rema Mar Adentro”



Proyecto Educativo de Formación en Religión
de la Pontifica Universidad Católica  de Puerto Rico
en la Diócesis de El Yunque



De izquierda a derecha, P. Adalín Rivera, Director de Filosofía y Teología de la PUCPR,
S.E.R. Mons. Eusebio Ramos Morales, Obispo y el Presidente de la PUCPR, Dr. Jorge I. Vélez Arocho
El pasado viernes, 10 de agosto de 2012,  la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico llevó a cabo la presentación del Proyecto Educativo para la Certificación de Maestros de Religión en la Diócesis de Fajardo Humacao.  Esta presentación tuvo lugar en la Vicaría de Educación Católica, que se encuentra  ubicada en el Colegio Diocesano Santiago Apóstol, de Fajardo.   Con representación oficial, tanto de la Pontificia Universidad  Católica como de la Diócesis del El Yunque,  fue anunciado el Programa de Iniciación Teológica para maestros de religión y catequistas de la Diócesis.

En un ambiente de fiesta y celebración, S.E.R. Mons. Eusebio Ramos Morales, Obispo de la Diócesis de El Yunque, recibió a la Delegación Oficial de la Pontificia Universidad, encabezada por su  distinguido Presidente, Dr. Jorge Iván Vélez Arocho.   Luego del saludo y la invocación, por parte de Mons. Ramos,  el Dr. Vélez Arocho hizo el anuncio oficial de la creación del proyecto educativo universitario, dirigido a los maestros de los Colegios Católicos en la Diócesis y a otros agentes de pastoral. El Dr. Vélez Arocho estuvo acompañado por  el Rvdo. Padre Adalín Rivera Sáez,  Director de Filosofía y Teológica, entre  otros miembros  oficiales universitarios.  De parte de la Diócesis, acompañaron al Obispo el Sr. Inocencio Cruz, Superintendente Escolar; la Sra. Oneira  Velázquez, Coordinadora de Pastoral Religiosa; el Rvdo. P. Luis A. Alicea, Profesor en el Programa, entre otros.

Para iniciar el Programa de Formación en Religión, se han matriculado veinticinco  maestros y coordinadores de pastoral. El Programa dará inicio en septiembre próximo en la misma Vicaría de Educación  de   Fajardo. Este se ofrecerá por dos años,  para un total de treinta créditos académicos.  Además, es fruto de la colaboración de la Pontificia Universidad  Católica  con esta  Diócesis del Oriente de Puerto Rico.  Con este proyecto, se busca fortalecer el programa educativo de la Diócesis. También,  servirá de experiencia para evaluar la posibilidad de nuevos programas de la Pontificia Universidad Católica, en convenio con la  Diócesis de El Yunque.

Monseñor Eusebio subrayó la importancia que tiene  la implementación de estos cursos pastorales. “Este proyecto responde a las necesidades de formación cristiana  que  se manifiestan en el Plan Diocesano de Pastoral. Además, es cónsono con  las recomendaciones de la Iglesia Católica sobre la importancia de la formación para asumir la Nueva Evangelización. Señaló, que, siguiendo  estas orientaciones,  nació  la Escuela de Formación Diocesana La Barca, para responder a la formación de los discípulos misioneros.  En sintonía con esa necesidad diocesana de formación religiosa,  se iniciaron estos diálogos con la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, a través de la Profesora Marcelina Vélez  de Santiago, quien era la  Presidenta en  aquel momento.   Por eso, agradecía al actual Presidente, Dr. Vélez Arocho, que acogió con alegría y pasión  la propuesta diocesana”.

Además, el Obispo,  destacó que este proyecto traerá mucha esperanza en la formación religiosa de nuestro niños y jóvenes.   Cuando los Maestros  y los Catequistas  reciben la formación religiosa, orientada en el discipulado misionero, se propicia que éstos se conviertan  en forjadores  y dinamizadores del proyecto  educativo de la  misión  eclesial diocesana en  los niños y los jóvenes. 

Grupo de Estudiantes y Profesores que estarán
participando en el progama educativo.
 
Recalcó, que,  este proyecto  abría una puerta muy esperanzadora para el  desarrollo y  el crecimiento de la Diócesis  en  el área de la formación religiosa. Realmente, será un gran aliciente en el proceso de maduración que lleva la Diócesis  y su  convocatoria sobre el  discipulado misionero”.   El Obispo agradeció a todos los que habían  colaborado para que el proyecto de Formación Religiosa se hiciera una realidad. Concluyó diciendo: “Hemos comenzado esta linda experiencia con mucho sacrificio y esfuerzos a nivel diocesano.  Por tanto, les invitó a amarlo, vivirlo y hacerlo realidad con la mayor entrega posible. Recuerden, que, todos somos discípulos misioneros y la evangelización es  tarea de  todos”.  

Por su parte, el Presidente de la PUCPR, Dr. Jorge Iván Vélez Arocho, expresó que la Institución impulsará varios proyectos en la Diócesis de Fajardo-Humacao.  Entre estos,  mencionó algunos cursos cortos, talleres y seminarios,  en  diversas áreas de interés para los jóvenes de la Diócesis,  siguiendo  su Plan Diocesano de Pastoral.   “Este proceso que estamos iniciando,  es fruto de trabajo arduo,  de oración y reflexión, que hemos estudiando y compartido con el Señor Obispo. Hemos analizado las distintas áreas que contempla el Plan  de Pastoral de esta Diócesis.  Por ello, hemos comenzado con este Programa, orientado a los Maestros de Religión.  Además, la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, en convenio con la Pontificia Universidad Católica de Salamanca, también va a iniciar en septiembre el Programa Graduado de Derecho Canónico, del cuál surgirá personal especializado en este campo, no sólo para esta Diócesis,  sino, para toda la Iglesia  en Puerto Rico”.  Finalmente, anunció una futura visita a las parroquias de Vieques y Culebra,  para llevar la Universidad Católica a estos pueblos y  canalizar  servicios a los mismos.

El Director de Filosofía y Teología, el Rvdo. P.  Adalín Rivera,  exhortó a los participantes del programa a poner el corazón y el entusiasmo durante el proceso de preparación y formación evangelizadora. También, les exhortó a vivir y a  participar activamente en la evangelización misionera  de sus comunidades.  Mientras, más  conoces y vivas tu fe, más te enamoras de ella y  así,  pierdes el  miedo a testimoniarla.  Esto nos hace más, discípulos del Señor”. 

De igual forma,  la Directora de Pastoral de la Vicaría de Educación, la Sra. Oneira Velázquez, manifestó, que:  “el propósito del proyecto era capacitar al maestro de religión y prepararlo en su área, en circunstancias de tanto relativismo  y de tanta  indiferencia social y moral.   Además, les ayudará a profundizar  y afirmar la  catolicidad como  discípulos misioneros, dentro de la realidad diocesana”.

Las maestras, Mary Ann Quiñones y Teresita del Rivero, mostraron gran emoción e indicaron, que este paso que se realizaba en la Diócesis, abría las puertas a nuevos horizontes y  creaba espacios para  laicos, que querían  comprometerse más en la Iglesia. 

La actividad culminó con un compartir y un almuerzo de confraternización.  ¡Rema Mar adentro, tu vida es misión!

martes, 28 de agosto de 2012

4to. Congreso Educativo



Vicaría de Educación en la Diócesis de El Yunque
“Identidad Católica en las Escuelas”



Mons. Eusebio acompañado de directores y principales de los Colegios Católicos del Este del País.



El pasado 3 de agosto de 2012, se celebró el 4to Congreso Educativo de la Vicaría de Educación de la Diócesis de Fajardo-Humacao.  La actividad se inició con la Celebración Eucarística, presidida por S.E.R. Mons. Eusebio Ramos Morales, Obispo de la Diócesis de El Yunque.  El Congreso se llevó a cabo  en el Auditorio Santa María de la Paz,  del Colegio San Benito. Concelebraron con el Obispo  los presbíteros  P. Eduardo del Rivero y  P. Adrián Alicea.  La actividad fue organizada por la Oficina de la Vicaria de Educación, Superintendecia de Escuelas Católicas  y personal de apoyo,  y  fue dirigido a  los Directores Escolares, Principales, Maestros y Personal No Docente, que componen la Comunidad Educativa Diocesana.  

Al iniciar la Santa Misa,  Monseñor Eusebio,  les dio la bienvenida a todos los presentes en nombre de la Diócesis de Fajardo-Humacao. Invitó a todos a disfrutar del Congreso Educativo, que tuvo como lema: “Jesús, Maestro y Evangelizador”.   Durante su Homilía, el Obispo resaltó la importancia de acoger  y responder al Plan Diocesano de Pastoral,  desde la realidad  formativa de cada una de las Comunidades  Escolares.  “Nos preparamos para dar inicio a un nuevo Curso Escolar en la Diócesis de El Yunque. Caminamos hacia el quinto año de vida eclesial de esta Diócesis. Ya palpamos la realidad difícil de la Misión y estamos conscientes de los retos y diversos desafíos que tenemos de frente.  Pero, tengamos presentes, que,  caminamos como discípulos de Jesucristo en la fe, la esperanza y la caridad.   Estas  virtudes teologales deben estar presentes en el obrar y en las relaciones,  entre cada uno de nosotros”.

También, Monseñor Eusebio, exhortó  a los educadores a imitar a San Pablo, que se presenta como un gran Maestro en la fe, consciente de su misión educadora y de la  responsabilidad que tenía  con el mensaje cristiano y sus destinatarios. Se trata de  anunciar a Cristo a los gentiles, los paganos que no conocen la fe.  “Aprendamos de San Pablo para transformar corazones, mentalidades y estructuras con el Evangelio, porque esta Diócesis Misionera necesita de hombres nuevos y mujeres nuevas. Hombres y mujeres, que permanecen  anclados en nostalgias viejas e intereses personales, atrasan el trabajo misionero e impiden que se realice el Reino”.

Subrayó la importancia que tiene el Educador Misionero, asumiendo una actitud testimonial  y capaz de iluminar  con su vida discipular ambientes sociales, donde se  vive indiferente a los valores y a la enseñanza cristiana.  Por eso, preguntaba: “¿Cuánto tenemos  que aprender de San Pablo Apóstol? Hay unas palabras que podemos recoger de este texto paulino y que,  si las aplicáramos a nuestras vidas y a nuestra misión educativa, los resultados de lo que somos y hacemos, deberían de ser otros. Estas palabras son: fidelidad, coherencia, perseverancia, comunión, respeto, entrega, compromiso.  Son palabras de mucho peso  y les exhorto a que las meditemos,  porque,  en una sociedad “light”  y enferma, suele no haber  espacio para imitar a Pablo”.


También, invitó a todos a convertirse en verdaderos discípulos, asumiendo la misión de evangelizar desde la realidad educativa.  “No deberíamos  olvidar que,  somos discípulos de Jesús y somos parte de su Iglesia, que, es su Cuerpo, en esta Diócesis. Es en su nombre y para su Iglesia, es que trabajamos como Directores, Principales, Maestros y en otras responsabilidades. Somos enviados a edificar y testificar a su Iglesia en cada uno de nuestros Colegios. Por tanto, busquemos cada día, edificar y fortalecer esos Colegios en su nombre y para su Iglesia. Esta  es una gran tarea y responsabilidad para todos los que integramos el Sistema de Escuelas Católicas de la Diócesis de Fajardo-Humacao.

Además, les urgió a orar, intensamente,  para que los Centros Educativos se conviertan en terrenos fértiles para las vocacionales sacerdotales y religiosas. “Esta es una Iglesia Misionera, no por un simple nombre, sino, por su propia realidad: muchos bautizados han abandonado a su comunidad eclesial o han roto su vínculo bautismal, hay poco personal clerical y religioso, muchas comunidades de fe no pueden mantenerse por sí mismas, hay escasez de vocaciones sacerdotales y religiosas,  y falta la estructura apropiada para el servicio y el pastoreo”.  Hemos iniciado la Campaña del Cáliz Peregrino Vocacional, que recorrerá hogares de diferentes familias en la Diócesis de Fajardo-Humacao.  Les pido, que, esta Campaña de Oración Vocacional, también se lleve a cabo en nuestros Colegios.

Para concluir la Homilía, el Obispo recalcó: “Esta Iglesia Diocesana nace, verdaderamente,  en esta  realidad misionera.  A esta realidad  misionera, se suma el surgimiento de esta Iglesia del Oriente de Puerto Rico en el amanecer magisterial de Aparecida, que nos reclama el discipulado misionero a todos los bautizados. Por esto,   todas las  personas y estructuras  de esta Diócesis de El Yunque, están  inmersas en esta realidad discipular misionera.  Asumir esta misión es compromiso y tarea de todos.  Los Colegios Católicos, también son parte y  constituyen un componente fundamental de esta identidad y de esta misión diocesana. En la medida que la comprendamos y la asumamos, con la responsabilidad de conversión que exige, estaremos respondiendo a los retos y desafíos que acompaña a  esta encomienda eclesial.

Vela color verde enrepresentacion de la Diócesis
Durante la procesión de Ofrendas, los Directores y Principales, expresaron su  compromiso  con el nuevo curso portando  el signo de la luz.  Mientras caminaban en  procesión hacia el Altar,  llevaban  en sus manos una vela amarilla,  para  simbolizar la Luz de la Esperanza. Una vela color verde, al final,  que representaba a la Diócesis con el encanto y el verdor de El Yunque, fue presentada a  Monseñor Eusebio en señal de comunión solidaria.   Todas estas velas fueron recibidas por el Obispo, quien les dio la encomienda de mantenerlas siempre encendidas y  les recordó, que oraran  por las vocaciones sacerdotales y religiosas.  Al finalizar la Celebración  Eucarística, Monseñor Eusebio, dio la bendición a los trabajos del día  e hizo la apertura oficial del  Congreso.

En un momento, durante los trabajos, la Coordinadora de Pastoral del Colegio San Benito, Sister Vivian Maldonado comentó: “Este encuentro de la Comunidad Educativa  Diocesana ha sido muy importante, ya que, busca fortalecer la dimensión espiritual, social y comunitaria de los maestros y sus alumnos.  Este taller de trabajo brinda nuevas herramientas para enriquecer la vida e identidad católica del magisterio.  Hoy  día necesitamos misioneros dispuestos a enseñar,  con valentía,  valores a nuestros estudiantes y a suscitar ambientes donde reine la paz, la justicia y el amor, elementos que verdaderamente los  hacen libres”.

La Animación musical estuvo a cargo del Ministerio Alabaré de la Parroquia Ntra. Sra. Del Carmen en Punta Santiago, Humacao.  Además el Sr. Inocencio Cruz, Superintendente agradeció la participación de todas las Compañías y Editoriales que brindaron su apoyo para este evento educativo.

 ¡Que Jesús, Maestro y Evangelizador, reine en nuestros Colegios Católicos  de la Diócesis de Fajardo-Humacao!

Culmina la Peregrinación de la Caminata de Santiago en la Diócesis de El Yunque




El pasado sábado, 27 de julio de 2012,  los caminantes realizaron la última etapa de la Peregrinación Santiago en la Diócesis Misionera, Diócesis de El Yunque.   Desde temprano en la mañana, los peregrinos se congregaron en los terrenos del Santuario Santiago Apóstol y Parroquia María, Madre del Redentor en el Bo. Pitahaya, de Luquillo.   Al mismo tiempo,  en Naguabo, otro grupo de peregrinos  se reunía en la Capilla Nuestra Señora de Fátima,  en el Bo. Daguao, para iniciar la jornada de oración y reflexión,  con el rezo de los Laudes. 

Representación de Santiago Apóstol por Don luis.
El aspirante al Diaconado, Rubén Borgos,  invitó a los caminantes a poner el corazón y el alma, como verdaderos discípulo-misioneros, pregonando a Cristo Vivo por todas las Comunidades que comprenden la Diócesis. De igual forma,  el Rvdo. P. Arturo Bolívar Díaz, quien está de visita en la Parr. San Antonio de Padua en Ceiba, dio la bendición de inicio a los peregrinos,  animándolos a caminar  con  espíritu misionero: “Caminemos de la mano de la Virgen del Carmen, junto al Apóstol Santiago.  Ellos nos acompañan y nos guían para fortalecer la fe de  este pueblo  y la unidad familiar. Además, colaboramos con el Padre y Pastor de esta Iglesia Local de la Diócesis de Fajardo-Humacao, Mons. Eusebio Ramos Morales,  en su misión episcopal, junto a  sus presbíteros y diáconos”.   En las oraciones de los Laudes, los  peregrinos ofrecían  sus intenciones,  resaltando las vocaciones sacerdotales y religiosas, la unidad de la familia y  el cese de la violencia que impera en las calles del País. También, se pedía por todos los niños que sufren  el maltrato y  por los enfermos.

Con la Cruz y el Rosario en las manos,  iniciaron los peregrinos la marcha,  meditando  constantemente los misterios del Santo Rosario y ofreciéndolo por distintas intenciones.   Al llegar a las Comunidades  de las rutas trazadas,  los caminates eran recibidos con aplausos, cánticos, himnos y refrigerios para la hidratación.  A pesar del cansancio y el agotamiento, el encuentro comunitario encendía,  nuevamente,  la alegría, el ánimo  y el espíritu misionero de los peregrinos.  En las reflexiones, se explicaba  el contenido y el sentido espiritual de la Caminata de Santiago.

“Esta Caminata de Santiago es una oportunidad para todas las personas,  en especial,  para los jóvenes, que quieren descubrir y tener un espacio dentro de la Iglesia. Por ellos,  estamos aquí representándolos como discípulos-misioneros  y haciéndoles  un llamado  a que se den la oportunidad de tener un encuentro con el Señor, a vivir y testificar su amor a otros. Esta actividad de peregrinación ayuda a mostrar que,  ser católico, no es solamente venir y estar sentado en la Iglesia; es salir,  a llevar la Palabra de Dios por todas partes,  caminando como Jesús lo hizo”, dijo la joven Ashley Tejada Marrero, Coordinadora de la Pastoral Juvenil de la Parroquia de Ceiba.

Muchos de los peregrinos oraban
y reflexionaba durante las etapas.
Así, entre cánticos, rezos y el compartir fraterno,  y a pesar del intenso calor, los dos grupos de peregrinos llegaron llenos de júbilo hasta las escalinatas de la Catedral  Santiago Apóstol de Fajardo, procedentes  de las Parroquias  María, Madre del Redentor (de Luquillo),  Santísimo Redentor (de Monte Brisas) y San Antonio de Padua (de Ceiba). En la Catedral Santiago Apóstol, fueron recibidos por el Rector  de esta, Rvdo. P. Antonio Marrero, y un grupo de feligreses que aplaudían y daban gloria a Dios por esta experiencia  peregrina. Hay que recordar,  que,  la Caminata  Diocesana de Santiago,  se inició  el sábado, 7 de julio,  en Canóvanas. El  Sábado 14, continuó  esta desde Canóvanas y  también, arrancó la ruta sur,  desde Humacao, en la Abadía San Antonio.   Por tanto, durante el mes de julio,  peregrinos de la Diócesis  caminaron, desde el norte y  desde el sur, para encontrarse, finalmente, en Fajardo durante esrte sábado.  Por eso, al llegar  a la Catedral, la alegría era evidente y qué mejor forma de celebrarlo, que, con la Santa Eucaristía. Por eso, presidiendo el Rector, el Padre  Antonio, entraron jubilosos al Templo para dar gracias al Señor.

La Celebración Eucarística  se inició con un mensaje de texto, a través del teléfono celular, enviado por Monseñor Eusebio, que se encontraba fuera del País en otra  misión apostólica como parte de los preparativos para los trabajos del Sínodo de la Nueva Evangelización.  Pero sus palabras de aliento,  como Padre y Pastor de la Diócesis, se hicieron sentir en el corazón de los peregrinos:

“Buenos días Padre Antonio.  Favor de saludar y agradecer el esfuerzo  y sacrificio de los Peregrinos, Caminantes de Santiago. El itinerario de penitencia y de espiritualidad, nos conducen  a la conversión y a la comunión fraterna.  Sigamos impulsando  esta Caminata de Santiago,  pues,  la conversión y la comunión son desafíos en nuestra Diócesis de El Yunque, a la luz de lo que vive el País. Estar en las calles, como discípulos misioneros de Jesús,  es señal de  que se está realizando la Nueva Evangelización.  Dios les bendiga.   MERM”.

Por su parte, el  Rvdo. Antonio Marrero, resaltando  en su Homilía  la figura del Apóstol Santiago, señalaba: “Como Comunidad Diocesana y Misionera, nos convertimos en peregrinos en nuestra tierra. Hoy salimos a las calles,  al encuentro con el sufre, con el débil, con el desamparado. Nosotros estamos aquí como peregrinos que hemos cumplido una meta, llegar hasta el encuentro con Jesús en la Santa Eucaristía, siguiendo la espiritualidad del Camino de Santiago.  Hoy, este caminar peregrino  nos ha traído a la Casa Madre de esta Diócesis, donde brota la luz y la esperanza para el Oriente de Puerto Rico.  Nuestro Pastor, Mons. Eusebio, nos ha ido guiando, a la luz del Plan Diocesano de Pastoral,  invitándonos  a salir a las calles como discípulos misioneros pata testimoniar a la Iglesia Viva de Cristo. La esencia del Caminante Peregrino es descubrir al Señor en medio de sus circunstancias, haciendo de Él, el Camino, la Verdad y la Vida”, puntualizó.

Unos de los caminantes,   fue Mons. José Sinencio Peralta, Vicario General de la Diócesis de Mao-Monte Cristo en la Rep. Dominicana y quien  está de visita en la Concatedral Dulce Nombre de Jesús, en Humacao.  Este señaló: “Esta Caminata ha sido una experiencia de fe maravillosa.   Ver a las personas caminar, compartir y  orar es verdaderamente un signo de fe.   Este es un camino que Mons. Eusebio ha promovido para orar por las vocaciones y que van ligadas a la columna vertebral del Plan Pastoral,  que  tiene como opciones prioritarias a la familia, los niños, los jóvenes y los envejecientes.  Realmente, este  es un Proyecto de Dios y  un Proyecto de Iglesia.  Este plan abarca todo los renglones, sin dejar nada.  De esto es que se trata, de salir a lanzarse a hacer la Nueva Evangelización, como el Obispo ha venido promoviendo en esta Iglesia Local Diocesana, con el sentido discipular-misionero,  que tanta falta hace en nuestras comunidades cristianas”.   ¡Que Santiago Apóstol y Nuestra Señora del Carmen sigan forjando el espíritu misionero en la  Diócesis de El Yunque!

Al finalizar la Santa Misa, el joven Francisco J. La Santa García, compartió con los feligreses la experiencia junto a su abuelo, el Aspirante  a Diaconado Permanente, Frankie La Santa tuvieron la oportunidad de realizar el Camino de Santiago en Compostela. “Para mí ha sido una experiencia única estar allí caminando, haciendo oraciones y ve personas de todas parte apoyados con bastón orando, viviendo esa experiencia de fe”.  

FIESTA DIOCESANA EN HONOR A SANTIAGO APÓSTOL Y A NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN



Representación de Santiago Apóstol y la Virgen del Carmen

El pasado viernes, 20 de julio de 2012, se llevó a cabo en la Catedral de Fajardo  la celebración de la Fiesta en honor a los Patrones Diocesanos: Santiago Apóstol y Nuestra Señora del Carmen. La Celebración Eucarística  estuvo presidida por S.E.R. Mons. Eusebio Ramos Morales, Obispo, acompañado por el Rvdo. P. Antonio Marrero, Rector de la Catedral,  y un grupo  de sacerdotes y diáconos de la Diócesis de El Yunque.   Se desarrolló la Celebración en un ambiente de alegría, de compromiso  vocacional  y de comunión fraterna. 

Al iniciar la Santa Misa, Monseñor Eusebio,  se dirigió a la feligresía, saludándoles y dándoles la bienvenida a la gran  fiesta patronal: “Diócesis de El Yunque, Diócesis de Fajardo-Humacao, estamos de fiesta junto a nuestros Patrones Diocesanos, Santiago Apóstol y Nuestra Señora del Carmen.  Caminamos y peregrinamos con ellos, como testigos de Jesucristo,  para proclamar que, “Él es el Camino, la Verdad y la Vida”. Santiago nos invita ser discípulos misioneros en las realidades nuevas y actuales  que nos tocan vivir.  María, Madre de Jesús y madre nuestra, sigue llamándonos a la  Nueva Evangelización y a la fe viva en Jesucristo, que es fuente de vida  para  todas las épocas y  todos los tiempos ”.

Durante la Homilía, el Obispo,  con gran entusiasmo felicitaba  a toda la feligresía diocesana  y les recalcaba: “Somos la Iglesia Diocesana, Iglesia Local, del Este de Puerto Rico, con una misión y un compromiso.  Se trata  de  testimoniar a Jesús, Señor de la Vida y de la Historia,  en nuestras familias y comunidades,   en las calles y sectores de cada uno de nuestros pueblos.   Esta Iglesia Local está  llamada  al testimonio de la comunión y la participación, del servicio y de la nueva evangelización, del  discipulado misionero y del  trabajo apostólico, como  ofrenda de amor y de vida. De aquí, la importancia de estos  encuentros y celebraciones diocesanas, que nos hacen cobrar conciencia de nuestra identidad  discipular misionera,  en medio de las difíciles circunstancias que vivimos hoy”.   Al escuchar las palabras de Monseñor Eusebio,  los feligreses irrumpieron en un  fuerte aplauso y viva voz, decían: “ Que viva Santiago Apóstol y  que viva la Virgen del Carmen”.

Continuó el Obispo resaltando la importancia del trabajo parroquial, en comunión y sintonía,  con esta Diócesis  que tiene identidad propia, peculiaridades propias y necesidades  muy particulares.  Señalaba que, a  esta Iglesia  que nos convoca y nos envía, hay que amarla y valorarla.  La amamos y  valoramos cuando escuchamos su convocatoria y participamos con alegría de su actividad misionera y pastoral. “Por eso, agradezco el trabajo en las Parroquias para celebrar la festividad de Nuestra Señora del Carmen durante su fiesta patronal. A través de triduos, novenas, la Eucaristía, procesiones, engalanándola con flores  (naturales) y rezos,  y saliendo con Ella a las calles y al mar, alimentamos su devoción y la  religiosidad  de nuestro Pueblo.  María, como la primera discípula y la gran misionera como la presenta Aparecida,  nos acompaña y nos llama a ser testigos vivos de Jesucristo”.

También, agradeció a todos los grupos pastorales, en especial, a los aspirantes al Diaconado, que han colaborado en pregonar la devoción de Santiago Apóstol, Patrón Principal  de la Diócesis y cuyo Santuario será construido en los terrenos de la Parroquia María, Madre del Redentor, en el Barrio  Pitahaya, de  Luquillo.  “También, agradezco a los que se han lanzado a las calles  en las Caminatas de Santiago.  Realmente, han dado testimonio de ser discípulos misioneros con valentía y en total sintonía con la convocatoria diocesana de la  Diócesis de El Yunque, que nos pide nuevas expresiones para vivir nuestra fe y afirmar nuestra identidad católica.  Además, en estas Caminatas de Santiago, estamos  configurando las bases para establecer el Camino de Santiago de Puerto Rico.  Este  “Camino de Santiago en la Diócesis de El Yunque”,  se  convertirá en camino  de conversión y de evangelización que, como  el Camino del Viejo Continente, nos ayudará  a formar al pueblo misionero,  a hacer a la Iglesia  más viva y servidora  y será de gran impulso para  nuestro discipulado”, afirmó.


Monseñor Eusebio se dirigió en forma particular, al grupo de aspirantes a Diaconado y les dijo: “Estas Caminatas de Santiago,  harán de ustedes  diáconos caminantes misioneros y verdaderos testigos del servicio diaconal, al que Jesús les está llamando.  Esta experiencia suscitará en ustedes un Diaconado en sintonía con la  llamada misionera de esta Diócesis,  que los hará capaces de acoger y testificar a la Nueva Evangelización,  a la que nos llama  hoy la Iglesia Católica en el mundo entero”.

Luego, el  Obispo,  mencionó algunos de los trabajos pastorales que se han realizado,  a la luz de la promulgación del Plan Diocesano, y  resaltando la invitación  al “Encuentro de Jesucristo”.  Esta primera fase ha sido clave para entender el anuncio del Kerigma, es decir, el anuncio y aceptación  de Jesucristo,  a través de la fe (Rom. 10,14).  Es la primera experiencia de encuentro con el Maestro y   Señor de la Vida,  para  descubrir su propuesta de salvación y de vida nueva.  La Escuela Diocesana de Formación La Barca, Las tres Misiones de la Diócesis (Fajardo, Humacao y Loíza),  el Programa Catecumenal de RICA, estos y otras acciones, han servido para impulsar, revivir  y alimentar esta primera experiencia de encuentro con Jesús. 

Uno de los momentos más elocuente y profundo, fue,  cuando el Obispo subrayó la necesidad que existe de hacerse sentir como cristianos en nuestra sociedad: “¿Cómo permanecer indiferentes ante tanta muerte violenta y sin sentido  en el País,  indiferentes ante tantos matrimonios disfuncionales y cantidad de familias que viven sin amor, sin fe ni esperanzas en nuestro Puerto Rico?  Nuestros niños y jóvenes son proyectos de Dios, proyectos de vida, y somos responsables de su desarrollo, de su realización cristiana.  Tenemos que proveer los medios para su felicidad y seguridad como personas e hijos de Dios.  También, nuestros ancianos, muchos de ellos trasmisores y testigos de nuestra fe, requieren ahora de nuestras atenciones y servicios. Algunos no pueden llegan al Templo por enfermedades, transportación o porque dependen de otros.  El Encuentro con Jesús,  seguido de la Conversión, debe ponernos, cada vez más,  en comunión y servicio con  los niños,  los jóvenes, la familia y  con nuestros viejos.   Esas pastorales deben ir  organizándose con  mayor fuerza en cada una de  nuestras parroquias”.

También, en su Homilía, Monseñor Eusebio,  invitó a todos los presentes a acoger y revivir la llamada bautismal de ser “luz del  mundo y levadura  de la masa”.  “Si no es así,  ¿para qué sirve nuestra fe?   ¿Cómo vamos a ser y a hacer la Iglesia?  Recuerden el cuestionamiento paulino. Ciertamente, somos de barro, pero se nos ha confiado un gran tesoro: la configuración con  Cristo Vivo, por la fe y por su gracia.  Nuestra tarea es  la evangelización del mundo y la configuración del Pueblo de Dios en Jesucristo.   El Reino de Dios, como lo fue para Jesús, es nuestra gran encomienda. Cuando ocurren más de veinte  muertes violentas en un fin de semana, Dios no está reinando y nuestro testimonio de fe y de vida no se siente.  Cuando niños  jóvenes sufren las consecuencias de balas perdidas o son las víctimas inocentes de los corazones violentos, no puede haber cristianos que duerman en paz ni comunidades que, verdaderamente, se sientan iglesias. Cuando una anciana es tiroteada, indiscriminadamente, no puede haber líder que se llame  cristiano, que no se indigne ni tampoco cristianos que permanezcan indiferentes”.

Culminó, enfatizando: “Es tiempo de levantarnos de nuestras perezas  y  de apoderarnos de  las calles,  con las banderas  del amor y de la paz. Hay muchos corazones llenos de egoísmo y  de violencia a nuestro alrededor. Hay muchas mentes enfermas y desequilibradas que están actuando sin control en las calles y que, fácilmente, pueden convertirnos en  un número más en las estadísticas del País”.   Finalmente, recordaba a todos que,  “la Catequesis, es tarea de todos y todos debemos de colaborar para transformar esta realidad social, inmersa en  esta debacle moral y espiritual.   Por eso,  invito a todos los feligreses a unirse a los Catequistas, para no esperar simplemente,  que, los niños y los jóvenes vengan a nosotros.   En esta diócesis misionera, eso no basta ni es suficiente.  Tenemos que prepararnos como comunidades eclesiales  para organizar y coordinar la Catequesis, de tal forma, que lleguemos  a todos nuestros niños,  en disposición y actitud misionera: buscándole, acogiéndole, llegando a sus hogares y entrando en comunicación personal  con sus padres y responsables”.

Antes de la bendición final, Monseñor Eusebio,  hizo entrega a cada Parroquia de un  Cáliz  para iniciar en la Diócesis una Campaña de Oración por las Vocaciones Sacerdotales y Religiosas.  “Hoy entronizamos este signo del Cáliz  en las Comunidades Parroquiales de  la Diócesis,  a través de la familia,  para orar especialmente por las vocaciones.  Este Cáliz  Vocacional estará pasando de familia en familia, que orarán por esta petición especial, pidiendo al Señor que “envíe obreros para su mies”, resaltó.

Familia Tirado-Brito juntoa Mons. Eusebio
La Familia Tirado-Brito, quienes recibieron el Cáliz Vocacional a nombre de la Parroquia María, Reina de la Paz, en Humacao,  y que ya están  haciendo la experiencia de Oración Vocacional,  compartieron con los presentes su testimonio:  “Le doy gracias a Dios por este Cáliz Vocacional en nuestra familia.  Este  Cáliz no es una copa más, pues, nos habla de la  Alianza de entrega de  nuestro Señor. Esta experiencia se convirtió en encuentro de  comunión entre nosotros.  Hemos visto las bendiciones que Dios nos ha otorgado.  Ver  a mi esposo orar y rezar el Santo Rosario, junto a nuestros hijos, es una gran bendición”.

Al finalizar la Santa Misa, Monseñor Eusebio, culminó diciendo; “Cruzarnos de brazos y de indiferencia ante la dura  realidad que vivimos, nos convierte en cómplices.  Los cristianos no podemos ser cómplices de la injusticia y del egoísmo.   Busquemos a Jesús  y hagamos la experiencia de encuentro y convirtámonos, de verdad,  en sus discípulos en este Puerto Rico, violento y trastocado en sus valores y en su  identidad  cristiana.   Con Santiago y con María, acojamos la gran encomienda de testimoniar la fe y  de vivir el amor de los discípulos misioneros”.   ¡Adelante, Discípulos-Misioneros!