Jóven le entega a Monseñor Eusebio la Cruz del V Centenario de Evangelización. |
Por: José Velázquez
Para: El Visitante, Prensa para la Paz
El sábado, 8 de diciembre de 2012, se llevó a cabo el Décimo Noveno Festival Comunitario Dulce Nombre de Jesús que, tradicionalmente, celebra la Comunidad
Humacaeña y pueblos limítrofes. En esta ocasión coincidió, providencialmente,
con la Solemnidad de la Inmaculada Concepción. La apertura del Festival se
realizó, conjuntamente, con la Celebración Solemne de la Eucaristía, presidida por S.E.R. Mons.
Eusebio Ramos Morales. El Obispo estuvo acompañado por el Rvdo. Padre Floyd
Mercado Vidro, Rector de la Concatedral; los Vicarios Cooperadores, Rvdo. Padre Ángel M. Maldonado y
Rvdo. Padre Félix A. Rivera y los aspirantes al Diaconado. El Pueblo Católico,
que, colmaba la Concatedral, se
desbordó de alegría comunitaria,
de fe y sabor mariano.
Desde tempranas horas de la tarde, la feligresía aguardaba en el Templo
para recibir la Imagen Peregrina
de la Virgen María, en su advocación de la Inmaculada
Concepción. Luego, de varios días peregrinando por las Comunidades
de Humacao, la Imagen de la Inmaculada entró solemnemente al Templo, donde fue recibida con flores, cánticos marianos y fuertes aplausos. 'Allí, Obispo, sacerdotes y fieles del Pueblo Santo de Dios, con júbilo
y emoción, la recibieron e
iniciaron la Eucaristía, dando gracias
también, por el Décimo Noveno Festival Comunitario
Dulce Nombre. De igual forma, se
elevaban oraciones a nuestra Madre, pidiendo su intercesión para que se derramen abundantes bendiciones en esta Diócesis
Misionera y suscite vocaciones sacerdotales y religiosas.
Al iniciar la Santa Misa, el Obispo, con entusiasmo expresó: “El
camino de la santidad que nos muestra María con su Inmaculada Concepción, nos invita a nosotros a
colaborar con Dios para que surja una humanidad nueva, reconciliada en el amor. La Inmaculada nos recuerda el Proyecto
de Vida Nueva que viene de Dios.
Por eso, Ella, nos llama a colaborar con Dios y convertirnos en verdaderos instrumentos de vida nueva para forjar un País Nuevo, una Sociedad Nueva, en esta tierra que amamos. Ese proyecto
de vida nos lo trae Jesús, Hijo de Dios e hijo de María, y tenemos que
abrazarlo con pasión en esta
convocatoria de la Nueva Evangelización, a la que hemos sido llamados”.
Monseñor Eusebio, inició la Homilía agradeciendo al Equipo Timón, al Consejo Pastoral y a las Comunidades de la
Concatedral, el trabajo con empeño y dedicación, en esta edición 2012
del Festival Comunitario
Dulce Nombre de Jesús. Este Festival se ha constituido en una linda experiencia
de fe, tradición y cultura cristiana en
Humacao. Su edición número 19, nos
confirma su trayectoria de
crecimiento y madurez: “Gracias a
todos por acoger y darle vida a este
Festival que se convierte en una gran experiencia de pueblo, donde este se reúne fraternalmente, se comparte y festeja
comunitariamente; el Pueblo
alimenta su fe, y vive su cultura, llena de expresividad
y de alegría”.
Luego, el
Obispo, recordó a los presente, que, la Iglesia en el
Año de la Fe, nos invita a realizar una historia
nueva; una historia en la que nos
mantengamos firmes en el seguimiento de
Cristo Jesús, en comunión y sintonía con su proyecto del Reino de Dios. Asimismo, añadió, que es necesario realizar una mirada introspectiva a nuestra historia de vida personal. Muchos, cuando lo hacemos, nos
percatamos de que tenemos que dar
un giro a nuestras vidas: “Yo no puedo
seguir así, tengo que hacer algo, tengo que darle sentido a mi vida”. Como estas conclusiones, brotan muchas más, que requieren atención urgente. Algunas
requieren un cambio de mentalidad y cambios de estilos de vidas. Cuando nos empeñamos en dar este giro a nuestras vidas, a la luz de la fe, estamos hablando de conversión”, subrayó.
Acto seguido, expresó: “Conversión, es lo que necesita Puerto Rico y la sociedad violenta y cargada de injusticias, en la que
estamos inmersos. Es tiempo de una
gran transformación moral y espiritual en Puerto Rico. Por tanto, preguntémonos: “¿qué se requiere para que Puerto Rico tenga
esa nueva historia? ¿Saben qué
se requiere?”. Con respuesta
enfática y directa, continuó: “Esta
sociedad está cargada de violencia,
de injusticias; en esta
sociedad se han entronizado la
mentira, el odio, los miedos.
¿No habrá llegado el momento de cambiar, de devolver a las familias la
tranquilidad que se merecen? ¿Sí o no?”, cuestionó.
Monseñor, continuó su exhortación hacia los
presentes, diciéndoles: “Estamos celebrando una fiesta mariana, que se
convierte en llamada personal para cada bautizado y bautizada que forman el
Cuerpo de Cristo en la Iglesia, y que
tiene a María como Madre. Por
tanto, cuántos de nosotros estamos dispuestos a decir: ¡Señor cuenta conmigo! Dios quiere que hagamos una historia nueva en este País. Hermanos y hermanas, Dios,
actúa con las personas, se vale de
personas y las llama para actuar y
transformar la misma historia
humana. Esto fue lo que hizo Dios con María, discípula-misionera por
excelencia: la llama, la
escoge, y ella , acepta realizar junto con él, una historia nueva. Lo que Dios quiere es que tú y yo, todos, tengamos una vida
plena, y plena en su amor y a su servicio”, comentó.
En su catequesis, el Obispo, con gran efusión, recordó el fervor carismático y
devocional que se vivió en el
Choliseo. Aquella
celebración puede ser una
primicia de ese cambio que este pueblo reclama.
“Allí, fueron miles los que
festejaron los 500 años de historia eclesial. Ahora, iniciemos los próximos 500 años, llenos de fe y de
esperanza, forjando la historia nueva de este País. Para esta historia nueva de fe y de vida, hay que trabajar
con pasión desde esta
porción del País, Diócesis de El Yunque.
Contamos con niños, jóvenes, familias, matrimonios, comunidades y todos juntos, en comunión fraterna, podemos crear esa otra historia en fidelidad a Dios y en sintonía
con su Reino.
Al concluir su mensaje, el Pastor de la Diócesis
Misionera, subrayó: “Tenemos de frente el
proyecto de la santidad.
Podemos comenzar, a
redescubriendo esa llamada a la santidad;
y la Virgen María, es el modelo a seguir, siendo Santa e
Inmaculada. Con la
santidad como proyecto, también
somos llamados a ser luz del mundo, fermento en la masa. Les invito a orar por
un país nuevo, una sociedad nueva,
pues, Dios está con nosotros. Es triste ver en nuestra Isla, gente
que vive sin alegría, sin entusiasmo,
rodeándose de cosas que no le dan sentido a la vida. Que en este tiempo
de Adviento, seamos instrumentos de amor y de perdón, sanado corazones,
restaurando familias ”, concluyó.
Durante el
Ofertorio de la Liturgia Eucaristía, varios jóvenes de la Comunidad le
entregaron a Monseñor Eusebio la
Cruz del V Centenario de Evangelización en el Nuevo Mundo como signo de la
Nueva Evangelización y el Año de la Fe. Luego de la Comunión y la Oración final, como muestra de gratitud y ofrenda a
nuestra Madre, la joven Raiza Camp, interpretó la canción del Ave María de Schubert . También, la Familia Nieves – Ramos, junto a la
Sra. Ana Pérez, realizaron otra ofrenda musical a la Inmaculada
Concepción.
Posteriormente,
la feligresía continuó disfrutando de las actividades programadas por el XIX
Festival Comunitario. Entre los artistas invitados, estaba el cantautor de
música católica, Quique López.
Además, el Programa contó con un repertorio musical de artistas de nuestra Patria. No pudieron faltar los suculentos
platos típicos y la exhibición de artículos confeccionados por artesanos. ¡Que viva la Navidad!
No hay comentarios:
Publicar un comentario