Un pastor que evangeliza al estilo "Guerrero"
Periódico El Visitante
Reportera Natalie N. Negrón
Todos valoramos el tiempo libre o el ocio; es un aspecto importante de la vida, tanto así que en Génesis leemos que “en el séptimo día Dios contempló la obra que había hecho y descansó de todas las obras que había acabado” (Gén 2,2).
Padre Ramón Villamor no es la excepción; en su tiempo libre, además de disfrutar de la pintura y de la playa, este sacerdote gusta de jugar “airsoft”, que se basa en la simulación de combates de guerra, usando réplicas de armas de fuego. Se juega en campos abiertos utilizando protección ocular, y ropa estilo camuflaje. La munición de las armas son pequeñas bolas de policloruro de vinilo (PVC) llamadas BB’s.
“Como sacerdotes vivimos una vida llena de momentos de gran reflexión, entrega a la comunidad y servicio; pero no dejamos de ser humanos por lo que es muy importante poder tener momentos de drenar el estrés y poder mantener equilibrio, divertirse y compartir entre amigos”, reveló el sacerdote. Según explica el presbítero el “airsoft” se basa en el respeto y la honradez. A diferencia del “paintball o el gotcha”, en el que los impactos son fácilmente detectables a la vista, en el “airsoft” los jugadores deben reconocer o admitir que fueron impactados y retirarse del juego.
“Es una actividad donde se practica el honor y el trabajo en equipo. Aquí verás todo tipo de personas: adultos, jóvenes, abogados, exmilitares, arquitectos, policías… y sí un cura. Es muy bueno porque al contrario de lo que se pudiese pensar, es una actividad que siempre se da en un clima de amistad y cordialidad”, enfatizó el párroco. Padre Ramón lleva jugando “airsoft” por casi ya tres años y también ha aprovechado la oportunidad para evangelizar en este escenario. “Estos espacios siempre sirven para evangelizar y se hace a través de la presencia, la amistad y el comportamiento. De esta forma uno logra acercarse a las personas en escenarios donde la Iglesia no siempre puede llegar. He tenido la experiencia en donde personas (al final del juego) se acercan y me han preguntado: y ‘¿Cómo le hago para bautizarme? ¿Usted me casaría?’… Así se logra dar un paso más”, reconoció. El sacerdote reveló que en su pastoral con los jóvenes esta actividad le ha permitido desarrollar empatía con ellos.
“Se fomenta la amistad y le permite al joven ver al sacerdote de otra manera; un sacerdote amigo, viendo así la vida sacerdotal más atractiva. El documento de Aparecida hace gran énfasis en esto, ‘la base de una pastoral efectiva está en la amistad’ y esa ha sido mi vivencia”, expresó. Padre Ramón, quien es de origen venezolano, en la actualidad es el párroco de Nuestra Señora del Carmen en Río Grande y vicario de la Pastoral Juvenil de la diócesis de Fajardo-Humacao
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