miércoles, 29 de mayo de 2013

Inicia la Diócesis de El Yunque las Celebraciones del 5to Aniversario











Por: José Velazquez , Javier Lebrón y Heriberto Tirado
Para El Visitante Prensa Católica para la Paz

La Diócesis de El Yunque inició sus festividades para celebrar su 5to. Aniversario   en el proyecto eclesial misionero  en el Este de Puerto Rico. La celebración comenzó con una Vigilia Juvenil de Pentecostés en la Capilla de Ntra. Sra. de la Providencia,  en Villas de Loíza. Con espíritu misionero, llenos de fervor, de alegría y gozo,  y provenientes de las distintas Comunidades Parroquiales, cerca de cien jóvenes  se congregaron   para participar de esta Vigilia de Pentecostés.  Allí, se encontraron con su Pastor y Guía de la Diócesis, S.E.R. Mons. Eusebio Ramos Morales.

Con dinámicas, cánticos, bailes y reflexiones en el contexto del discipulado misionero, comenzó el encuentro juvenil. El entusiasmo aumentó cuando los jóvenes vieron llegar al Obispo  para celebrar con ellos la Santa Misa.  Al inicial la Celebración Eucarística, Monseñor Eusebio,  les dijo: “Ustedes jóvenes inician hoy  la  Solemnidad de la Fiesta de Pentecostés, con la cuál,  brotó la Iglesia de Cristo, el  Pueblo Nuevo  de Dios, que reúne a los discípulos misioneros nacidos en el amor y la fuerza del Espíritu Santo.  Queridos Jóvenes,  que,  esta Vigilia de Pentecostés, les transforme y  renueve con el amor del Espíritu y haga brotar la fe en su corazones en el Año de la Fe y de la Nueva Evangelización”.

Durante su homilía, el Obispo, invitó a los jóvenes a  romper con los obstáculos que enfrentan en una sociedad marcada por el relativismo moral y la indiferencia a  la Palabra de Dios.  Continuó explicándoles la importancia del discipulado misionero que requiere constante vida de oración, discernimiento a la luz del Espíritu,  formación y conversión personal y pastoral. “Somos discípulos de Jesús , que, a través de su Espíritu, nos llama  a salir a las calles y ser testigos del Evangelio.  Ustedes jóvenes están llenos de vitalidad, pero, tienen que recrearla y fortalecerla en el Espíritu de Dios. Sólo a la luz del Espíritu Santo, podemos   renacer a la vida de la gracia y desplegar nuestros dones y capacidades para el servicio y el bien de los demás. Hay otros jóvenes  esperando por su testimonio de fe y su servicio en la caridad. Por eso,  deben de renacer en esta Vigilia de Pentecostés y fotalecerse para el discipulado misionero”.

“No tengan  miedo  y liberen sus corazones de esclavitudes,  violencias,  frustraciones  y de tantas fuerzas del mal en la sociedad. Ábranse al Espíritu Santo porque,  Él, quiere renovarnos y covertirnos en semillas de vida en este País.  Añadió el Obispo en  su catequesis,  que,  la Iglesia se fue gestando en la Persona de Jesús con su proclamación del Reino, su vida,  milagros, el llamado y formación de sus discípulos.   Pero esta Iglesia, fundada en Jesús y su obra salvífica, tuvo su nacimiento el día  Pentecostés, cuando,  comenzó su  misión evangelizadora a través de aquellos primeros discípulos llenos del Espíritu Santo. Hoy, esa  misma Iglesia, se impulsa en el Este del País y celebra su Quinto Aniversario.   Por eso, necesitamos jóvenes  valientes a través de la  Diócesis de El Yunque para llegar a los niños, jóvenes, adultos, familias, envejecientes y a  los más necesitados,  y  anunciarles y testificarles  la Buena Nueva  de Jesucristo  que siembra la fe y la esperanza.

Al finalizar la Celebración Eucarística, Monseñor Eusebio,  invitó a la feligresía a unirse en oración e  invocar al Espíritu Santo.  Pidió al Espíritu la renovación  y sanación  de Puerto Rico, y concretamente, de aquellos jóvenes, para que vivieran un verdadero Pentecostés.   Luego, como parte de  la preparación para la Jornada Mundial Juvenil, los jóvenes recibieron una catequesis misionera  sobre la necesidad de conversión y la afirmación de identidad y pertenencia eclesial, ofrecida por Monseñor Eusebio. Continuó el encuentro con un momento de oración y adoración del Santísimo Sacramento,  dirigido por el Vicario de Pastoral Juvenil, Rvdo. P. Ramón Villamor.  Así, jóvenes, padres y miembros de la Comunidad de Villas de Loíza, permenecieron en oración hasta cerca de la media noche, cuando terminó la Vilgilia Juvenil de Pentecostés.

Pero, el inicio de celebraciones diocesanas, con motivo del Quinto Aniversario y de Pentecostés,  continuó durante el domingo en la Concatedral Dulce Nombre de Jesús, de Humacao.  En esta ocasión,  los protagonistas  fueron los niños de la Diócesis, que, junto  a Catequistas, Padres y familiares, llega que, aguardaban el saludo de Monseñor Eusebio,  y quien  se confundía en abrazos y gestos de cariño  con los más pequeños.
ron y abarrotaron a este Templo y sus alredores. La alegría se desbordó desde el inicio de la Santa Misa, al cubrirse el ambiente de la inocencia y la ternura de los niños y niñas,

El Obispo estaba acompañado  por los Reverendos Padres,  Floyd Mercado Vidro, Rector de la Concatedral, y Víctor Santiago, Párroco en el pueblo de Loíza; además, de varios diáconos y algunos candidatos al Diaconado.  Con la animación del ministerio de niños “Semillas de la Paz”, de la Parroquia María Reina de la Paz, se inició la Solemnidad de Pentecostés.  Con el Templo colmado de niños, los invitados especiales y acomodados hasta cerca del Presbiterio, se inició la Santa Misa.

Al llegar a la sede, el Obispo, manifestó: "Hoy dedicamos esta  Solemnidad de Pentecostés  en el  Quinto Aniversario a los los Niños de nuestra Diócesis de El Yunque.  A ustedes Padres, Catequistas,  Comisión Quinto Aniversario, Pueblo de Dios,  les invito a ver en este Templo repleto de niños,  un  signo de los tiempos.  Esta es la Iglesia que tenemos que cultivar,  y ésta  es una de las opciones prioritarias de  nuestro Plan Diocesano de Pastoral".  Con voz profética, nuevamente, insistió: "Los niños están aquí, y  nos muestran con sencillez e  inocencia, el proyecto de iglesia nueva  que debemos de abrazar con alma, vida y corazón, asumiendo nuestro discipulado misionero y la llamada a la Nueva Evangelización.  Sólo así, podremos labrarle un futuro nuevo a nuestros niños”. 

Luego, de proclamarse el Santo Evangelio, el Obispo, dio la oportunidad a los niños de la Pastoral Infantil de la Concatedral que realizaran  el drama, "Mi Pentecostés".  Con sencillez, los niños  expresaron el relato evangélico, lo que  provocó un sonoro aplauso de parte de los presentes. Monseñor Eusebio, aprovechando la atención de todos, se sentó junto a ellos y comenzó su homilía. 

Al dirigirse a ellos, les enfatizó: "ustedes representan el pueblo de Dios,  pero, un pueblo nuevo, lleno de vida y de esperanza.  Ustedes están aquí, junto a este Servidor,  para responderle a Jesús con amor y alegría. Él nos llama para ser nuevos apóstoles, discípulos misioneros, que,  a través de las parroquias  de la Diócesis de El Yunque,  vayamos por todas partes anunciando la Buena Nueva de Jesucristo". Les recuerdo, queridos niños, que, en ustedes nace una  iglesia nueva, una iglesia misionera,  que da testimonio de la presencia de Cristo Jesús en sus familias, con sus amiguitos y vecinitos.  Esto se llama Nueva Evangelización  y ustedes son parte de ella".

Al dirigirse a los Padres, les dijo: "Para que estos niños tengan  esta experiencia de fe y de vida en  Jesús, ustedes papás, no pueden estar al margen de ella.   Jesús, también  tiene que ser el centro de sus vidas, de sus corazones, de sus hogares".  Añadió: "Él nos da, por medio de su Espíritu Santo que es amor, la sabiduría y el entendimiento que necesitamos.  Pidásmosle al Espíritu Santo  su continua presencia en nuestros hogares   y encomendemos a Jesús, continuamente,  a nuestros hijos”.  Les aseguro, que, brotará la paz y alegría en nuestras familias, y nuestros niños crecerán en ambientes sanos y llenos de amor”.

Luego, Mons. Eusebio, invitó a los presentes a comprender y valorar la realidad diocesana, que, hacía posible que experiencias como aquélla que estaban viviendo, se pudieran realizar. "La  Iglesia Diocesana  es la que convoca a todos, pueblo y parroquias,  niños y grandes, a las diversas comunidades  y las reúne como  Pueblo de Dios con su Pastor.  En un momento dado, se levantó de la silla y señaló con entusiasmo: "miren las maravillas que se pueden hacer,  observen a la Iglesia nueva, colmada  de  niños, y que se convierte para nosotros en proyecto y desafío”. 

Culminó la homilía, recordando a todos las diversas actividades del Quinto Aniversario de la Diócesis de El Yunque e invitándoles a participar.  También, agradeció a los Catequistas y a la Comisión del Quinto Aniversario  por la actividad y les solicitó que crearan esos espacios para los niños y los jóvenes con mayor frecuencia. “Hagamos posibles estos espacios, para vivir la  Nueva Evangelización en el Año de la Fe, porque, con esta gesta,  estamos mandado una clara señal de esperanza a Puerto Rico.  En cada uno de estos niños hay un proyecto de vida que tenemos  que cuidar, que tenemos  que formar y fortalecer".

Continuó la Santa Misa con la liturgia de las ofrendas del Pan y el Vino.   En esta,  los niños de la Misión de Loíza tomaron un papel protagónico, al presentar varios signos, entre ellos:  un baile folklórico de bomba y  plena, una canasta de casabe y viandas, como muestras de gratitud a Dios por el fruto de la tierra.  Llamó la atención de todos, cuando dos niños ,vestidos de pescadores, llevaron hacia el Altar una yunta de jueyes y una red de pescar, como muestra de la acción discipular de remar mar adentro.  Luego, los niños de la pastoral infantil, portando en sus manos velas encendidas  con los siete dones del Espíritu Santo,  cerraron la procesión de ofrendas.  

Al finalizar la Celebración Eucarística, Monseñor Eusebio agradeció al Equipo Timón de la Comisión de 5to Aniversario, presidido por P. Víctor Santiago y su equipo de trabajo. Además, extendió el agradecimiento al Vicario de Catequesis, P. Luis A. Alicea y  a la Sra. Aida Vázquez,  Coordinadora Diocesana,  que, juntos  a los Catequistas, realizan el trabajo en la formación cristiana de los niños de la Diócesis.  De igual manera, agradeció a la Comunidad Concatedralicia,  por la acogida y preparación de la actividad en la apertura de las fiestas diocesanas. Posteriormente, la fiesta se trasladó al Atrio de la Concatedral, donde, los niños disfrutaron de casa de brincos, de payasos y actividades recreativas, auspiciadas por el Municipio de Humacao. También, se contó con la presencias de artesanos, las niñas escuchas y promociones de grupos misioneros de la Diócesis.

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