Colocación de la Primera Piedra del Obispado, Diócesis de El Yunque. |
El pasado domingo, 2 de diciembre de 2012, se celebró en Fajardo la
Segunda Asamblea Diocesana de Pastoral en el Auditorio Santiago Apóstol. S.E.R. Mons. Eusebio Ramos Morales y su
Vicario de Pastoral, Rvdo. Padre Óscar Sánchez López, dirigieron los trabajos
de la Asamblea. Los líderes de las Comisiones Diocesanas y los Consejos Parroquiales de
Pastoral fueron convocados por el Obispo, junto a sus Sacerdotes, Diáconos, Religiosos y Religiosas.
El Objetivo de esta
Asamblea Diocesana era
“pasar oficialmente” de la etapa
del Encuentro con Jesús a la etapa
de la Conversión, según lo
establece el Plan Diocesano de Pastoral. También, se trataba de integrar el Proyecto Diocesano de Pastoral en el Año de la Fe y en la Nueva Evangelización, convocatorias realizadas por el Santo Padre Benedicto XVI.
“Hermanos y hermanas, Jesús,
Maestro y Señor, nos está hablando al corazón y está pidiéndonos nuestra fe como
discípulos misioneros, en esta Diócesis que camina y realiza esta gran obra evangelizadora en el Este del País.
Él es quien nos está llamando con autoridad y nos pide que escuchemos su
Palabra, como les pidió a aquellos hombres y mujeres en la Sinagoga. Para esto,
tú y yo, estamos aquí en esta Asamblea Diocesana:
para afirmar nuestra fe y nuestro compromiso misionero, y seguir remando “mar adentro”, como discípulos suyos que somos”,
subrayó.
El P. Víctor, al concluir su reflexión, dijo: “no podemos
dar vuelta atrás y tenemos que ponernos de pie y enderezar la cabeza, hay que
proclamar con orgullo nuestra fe: fe católica y fe misionera.
El Adviento es el tiempo que invita a entrar en íntima comunión con él, tiempo apropiado para romper las
cadenas que nos están robando la vida. Las cadenas del egoísmo y la violencia
nos están lacerando el corazón, nos están robando la bendición; nos están quitando a la gente
linda, gente buena, sencilla y humilde de nuestras comunidades”.
Por su parte, el Padre
Oscar Sánchez, hizo una lectura y un breve resumen de las experiencias
pastorales vividas durante la primera etapa de la programación “Al Encuentro con Cristo”. Resaltó algunas actividades, tales, como la Cruz Misionera
Peregrina, las Caminatas de Santiago, las Procesiones Eucarísticas
Parroquiales, las Marchas por la Vida, las diversas experiencias formativas y cantidad retiros, entre muchas más.
Luego, agradeció los esfuerzos y los trabajos
realizados a las comisiones diocesanas, consejos parroquiales, estructuras y movimientos en la
Diócesis de El Yunque. Continuó, invitándolos a seguir trabajando, mano a mano,
y junto al Obispo, Presbíteros y Diáconos, para continuar impulsando el Plan Diocesano de Pastoral,
que, tiene por lema: “Rema
mar adentro, tu vida es misión”.
“Seguimos remando mar adentro, echando las redes por Jesucristo. Ya son cuatro años, desde, que se gestó este Plan Diocesano de
Pastoral. Aunque, con limitaciones, el Don de Dios ha sido más fuerte,
encendiendo cada día más los corazones de los fieles, que, tienen sed y hambre
de justicia, de amor y perdón de Dios.
La Diócesis de El Yunque, está llena, ya, de experiencias
históricas, de esperanza
y vida. Se trata de una Diócesis, que, nace en medio de muchas
dificultades y retos; y a pesar de
todo, hemos gestado un Plan Pastoral, que, nos invita a
ver la realidad del País desde la perspectiva del amor y de la vida”, comentó.
El P. Oscar, mencionó a algunas áreas pastorales de la Diócesis, que, están trabajando arduamente en el proceso de
evangelización. Este señaló, que,
cada vez más, se van
creando nuevos espacios, donde la
Catequesis se va fortaleciendo.
Van surgiendo otras experiencias formativas en las Comunidades Parroquiales y
en los movimientos, orientadas por la Escuela Diocesana La Barca. Añadió, que, al proclamarse el Año de la Fe, queremos caminar de la mano de Jesús, alimentando y fortaleciendo nuestra fe,
con la intercesión de nuestros Patronos,
Santiago Apóstol y la Virgen del Carmen. Volvió a agradecer a todos, que, en estos cuatro años han puesto alma, vida y corazón en la
construcción de esta Diócesis, con su dedicación y afán fervoroso, pregonando en cada rincón el llamado discipular-misionero.
S.E.R. Mons. Eusebio Ramo Morales, Obispo |
Finalmente, S.E.R. Mons. Eusebio Ramos Morales, se dirigió a la
Asamblea, compartiendo con su gente
la experiencia de su participación en el Sínodo de los Obispos
sobre de la Nueva Evangelización. Resaltó la presencia del secularismo y el relativismo
en la actualidad, llevando a muchas personas a vivir de espaldas a Dios. Por tanto, se necesita con urgencia adoptar nuevos métodos, nuevas
expresiones y nuevos estilos de evangelización. “Esta convocatoria de la Nueva Evangelización nos lleva a
nosotros, aquí y ahora, a preguntarnos: ¿qué vamos a ser?”. Al continuar su mensaje, les dijo: “Vamos a seguir trabajando, anunciando el Evangelio, confesando la
fe y proponiéndola a todos. A
cada niño, joven, adulto, anciano;
a cada familia, en las comunidades y en los grupos. En
fin, hay que anunciar a Cristo Jesús, dar testimonio coherente con nuestras
vidas y promover el discipulado-misionero, pues, para esto,
hemos sido llamados”, enfatizó.
Monseñor añadió, que, es necesario asumir los desafíos y retos que nos
plantea la historia y la realidad de vida en Puerto Rico. Tenemos que
abrazar la Cruz de este Pueblo
para liberarle, sanarle y caminar juntos hacia la vida nueva que Cristo nos
ofrece. Les mostró su Pectoral, la Cruz,
entregada a los Padres Sinodales por Su Santidad Benedicto XVI. Les
explicó, que, esta Cruz tiene en
el centro a Jesús, Buen
Pastor. Como Pedro, los Obispos
fueron enviados a apacentar a la grey,
al estilo de Jesús, a cada pueblo en las distintas Iglesias Locales.
Conmigo, quiero que estén, también
ustedes: apacentando en el amor y en el servicio, dando vida, respetándola
y promoviéndola en cada persona a
nuestro alrededor. Tenemos que buscar a las ovejas perdidas y cuidarnos de la
dispersión. Sólo la vivencia de
nuestra fe en Cristo Jesús, en la
caridad y la esperanza, con
fidelidad y entusiasmo, nos mantiene unidos en el discipulado y la misión.
Al concluir su mensaje dijo: “Ahora, damos el PASO HACIA LA ETAPA DE LA CONVERSIÓN”. “Se trata de un compromiso diocesano, que, todos y cada uno,
debe buscar hacerlo realidad. Les recuerdo las palabras de Jesús: ‘Si alguno quiere venir detrás de mí, que renuncie sí mismo, que cargue su cruz
cada día y me siga’ (Lc, 9,23).
La conversión exige aprender a renunciar, a disminuir nosotros para que Él crezca. Si no somos
capaces de renunciar a nosotros mismos, no podemos ser sus discípulos y tomar la cruz y seguirle.
Tenemos que romper esquemas, mentalidades y prejuicios. Por eso, San Pablo, nos
habla de “metanoia”, señalando, así, una conversión profunda de mente, espíritu y corazón. No tengamos miedo; abramos los corazones, que, Jesús es nuestro Señor”.
Para finalizar la Asamblea y para sorpresa de todos, Monseñor
Eusebio, los invitó a moverse
hacia los terrenos cercanos al
Auditorio. Al llegar la gente al lugar, encontraron un módulo móvil con
el anuncio “Obispado de la Diócesis de
Fajardo-Humacao”. Luego,
llegó Mons. Eusebio, revestido
para la “Bendición de la Primera Piedra
del Proyecto de Construcción”. Entre
aplausos y emociones, se realizó una breve ceremonia de bendición. De esta
forma, se anunciaba oficialmente
las construcción de la sede del
Obispado de la Diócesis de EL Yunque.
Luego de la bendición, el
Obispo presentó al Arquitecto del Proyecto, José M. Martínez, y al Ingeniero,
Héctor Velázquez, como personas
responsables, al frente del proyecto de construcción. Agradeció a ellos
la diligencia profesional para
conseguir los permisos necesarios. También, al Pueblo de Dios, dio gracias por sus oraciones y
aportaciones. El momento
culminante llegó cuando un grupo de Aspirantes al Diaconado, colocaron la “Primera Piedra” en un promontorio preparado para la ocasión. Entre aplausos, oraciones, abrazos y
fotografías, culminó el memorable acontecimiento. ¡Que viva
la Diócesis de El Yunque!
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