domingo, 22 de abril de 2012


Fiesta de la Divina Misericordia
encuentro de oración, adoración y devoción



Humacao, 15 de abril de 2012. 

El pasado domingo 15 de abril de 2012 se celebró en la Concatedral Dulce Nombre de Jesús de Humacao la entronización de la Fiesta de la Divina Misericordia por el Rvdo. P. Ángel M. Maldonado junto al Rector de la Concatedral, Rvdo. Floyd Mercado Vidro y el Rvdo. P. Félix A. Rivera.

En un ambiente de oración, contemplación y adoración al Santísimo Sacramento de Jesús, fieles del Pueblo Santo de Dios se desbordaba en oraciones, salmos, cánticos, himnos y alabanzas al Señor para conmemorar la fiesta de la Divina Misericordia.

La actividad comenzó con el Rosario de la Misericordia en la que se ofrecían las intenciones por el pastor de la Diócesis de Fajardo-Humacao, S.E.R. Mons. Eusebio Ramos Morales, por las vocaciones sacerdotales y religiosas, por su Santidad Papa Benedicto XVI, por la Unión Familiar y la erradicación de la violencia impera en el País.

El mensaje de reflexión estuvo a cargo del Rvdo. Padre Ángel M. Maldonado quien compartió algunas experiencias de fe cuando se reza el Rosario de la Misericordia.  Además indicó que en este tiempo en que estamos viviendo hace falta mayor acercamiento a la oración y a la contemplación de Jesús en la Sagrada Eucaristía. 

“Estamos llamados a describir el infinito amor del Señor en cada unas de las faceta de nuestra vida, es lo que Santa Faustina Kowalcska, en su misión como discípula del Señor pregonaba por todo el mundo invitando a acérquense a Él, pues su misericordia es infinita”, dijo.
El Padre Maldonado continuaba su reflexión haciendo un llamado a tener mayores encuentros de oración acudiendo a la Hora Santa y la Contemplación de Jesús Sacramentado.  Es tiempo de comenzar a cambiar nuestra visión y estilo de vida y hacerla semejante a Jesús. 

Esta sociedad de hoy ve a un Dios lejano y que castiga, esto es erróneo y contrario a a la fe cristiana, Él que es rico en amor y en  misericordia nos fue revelado en las Sagradas Escritura y el Apóstol San Juan nos narra; “Tanto Dios amo al mundo que se entrego su Hijo Unigénito Jesucristo, por la salvación de todos”, esta es la verdaderamente esencia de la fiesta de la Divina Misericordia.
También el Reverendo les recordaba las palabras pronunciadas por Sor Faustina sobre la importancia de vivir una vida en santidad y entregada al servicio del Señor, al decir "Ni las almas elegidas entienden lo grande que es mi misericordia; en su relación [conmigo] en cierto modo hay desconfianza.  Oh, cuánto esto hiere mi corazón. Recuerden mi pasión y si no creéis en mis palabras, creed al menos en mis llagas", añadió.
Al concluir el P. Ángel exhortó a  los feligreses invitándolos a no tener miedo, a que  fuesen como aquellos hombres que se atrevieron a lanzar la redes para pescar vidas para el Señor, hoy él te hace un llamado sal de la orilla de tu vida, y atreve a subir en la barca de la misericordia, donde solo se alcanza la plenitud del amor de Dios por medio de Cristo Jesús.

La actividad concluyó con la celebración de la Santa Eucaristía.

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