Fiesta de la Divina
Misericordia
encuentro de oración,
adoración y devoción
El pasado domingo 15 de abril de 2012 se celebró en
la Concatedral Dulce Nombre de Jesús de Humacao la entronización de la Fiesta
de la Divina Misericordia por el Rvdo. P. Ángel M. Maldonado junto al Rector de
la Concatedral, Rvdo. Floyd Mercado Vidro y el Rvdo. P. Félix A. Rivera.
En un ambiente de oración, contemplación y
adoración al Santísimo Sacramento de Jesús, fieles del Pueblo Santo de Dios se
desbordaba en oraciones, salmos, cánticos, himnos y alabanzas al Señor para
conmemorar la fiesta de la Divina Misericordia.

El mensaje de
reflexión estuvo a cargo del Rvdo. Padre Ángel M. Maldonado quien compartió algunas
experiencias de fe cuando se reza el Rosario de la Misericordia. Además indicó que en este tiempo en que
estamos viviendo hace falta mayor acercamiento a la oración y a la
contemplación de Jesús en la Sagrada Eucaristía.
“Estamos
llamados a describir el infinito amor del Señor en cada unas de las faceta de
nuestra vida, es lo que Santa Faustina Kowalcska, en su misión como discípula
del Señor pregonaba por todo el mundo invitando a acérquense a Él, pues su
misericordia es infinita”, dijo.
El Padre
Maldonado continuaba su reflexión haciendo un llamado a tener mayores encuentros
de oración acudiendo a la Hora Santa y la Contemplación de Jesús
Sacramentado. Es tiempo de comenzar a
cambiar nuestra visión y estilo de vida y hacerla semejante a Jesús.
Esta sociedad
de hoy ve a un Dios lejano y que castiga, esto es erróneo y contrario a a la fe
cristiana, Él que es rico en amor y en
misericordia nos fue revelado en las Sagradas Escritura y el Apóstol San
Juan nos narra; “Tanto Dios amo al mundo
que se entrego su Hijo Unigénito Jesucristo, por la salvación de todos”,
esta es la verdaderamente esencia de la fiesta de la Divina Misericordia.
También el
Reverendo les recordaba las palabras pronunciadas por Sor Faustina sobre la
importancia de vivir una vida en santidad y entregada al servicio del Señor, al
decir "Ni las almas elegidas
entienden lo grande que es mi misericordia; en su relación [conmigo] en cierto
modo hay desconfianza. Oh, cuánto esto
hiere mi corazón. Recuerden mi pasión y si no creéis en mis palabras, creed al
menos en mis llagas", añadió.
Al concluir el
P. Ángel exhortó a los feligreses invitándolos
a no tener miedo, a que fuesen como
aquellos hombres que se atrevieron a lanzar la redes para pescar vidas para el
Señor, hoy él te hace un llamado sal de la orilla de tu vida, y atreve a subir
en la barca de la misericordia, donde solo se alcanza la plenitud del amor de
Dios por medio de Cristo Jesús.La actividad concluyó con la celebración de la Santa Eucaristía.
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